Don Giuseppe yacía en una cama desde hacía mucho tiempo víctima de un cáncer de hígado.
Eran esas sus últimas horas en esta tierra. Pasaba sus días sumergido en el sopor del licor de morfina que le suministraban los médicos para calmar los intensos dolores. Pero ese día, cuando peor estaba, se negó a que le suministraran la dosis. Esperaba una llamada muy importante y debía estar lo mas lúcido posible aunque el dolor no le daba tregua. Apenas podía sostener el móvil con su mano esperando que sonara.
A unos pocos kilómetros de allí se encontraba Roberto sobre el escenario, detrás del telón.
Sacó de su bolsillo el teléfono móvil, lo miró con sus ojos solemnes melancólicos, lo apoyó sobre su oído y dijo:
- Hola Papá! Escuchá que ya empiezo ....
Don Giuseppe se durmió al escuchar los aplausos que parecían despedirlo en esa última noche.
Hermosa y emotiva historia.
ResponderEliminarTriste, pero hermosa.
Don Giuseppe y Roberto se despidieron en lejanía física, pero con amor y a través de la música, que une corazones y almas aún más allá de la vida...
como dices hemotiva mi querida Lau besotes
ResponderEliminar