Año 1946: Francisco Franco se encuentra aislado del mundo por su apoyo a Hitler y Mussolini durante la Segunda Guerra Mundial. El régimen fascista pendía de un hilo, España estaba quebrada financieramente por el alto costo de la Guerra Civil y el altisimo costo que provocó la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Los maquis (la guerrilla del Partido Comunista) intentaban derrocar al dictador fascista con muy poco apoyo popular. La hambruna se hace sentir en la población como así también la persecución y asesinatos del régimen a todo aquel que apenas tenga un pensamiento que no sea de derecha.
La grave situación economica hacía tambalear a Franco.
Mientras todo el mundo pretendía la caída del último bastión fascista-nazi, llegó una gran ayuda de otro dictador fascista: Juan Domingo Perón.
Perón, militar de carrera, admirador de Mussolini y fascista; se encarga de proteger al Gobierno de Franco de su caida firmando unos sendos tratados que financiarían al régimen español en materia de alimentos y provisiones. El dictador argentino, a pesar de crear un partido propio con una supuesta ideología de izquierda, financia al regimen franquista para proseguir su serie de persecuciones políticas y genocidio hacia su propio pueblo contra socialistas, comunistas y anarquistas.
Este gran favor de un amigo a otro, Franco lo pagaría años mas tarde albergando a su exiliado amigo en España y nombrando una avenida madrileña en su honor.
Ya en 1973, Perón vuelve a la Argentina a terminar su gran obra inspirada por Francisco Franco: mostrar su verdadera faceta fascista y eliminar a toda la izquierda que lo ayudó a regresar del exilio. Creo la Asociación Anticomunista Argentina junto a su mano derecha Lopez Rega antes de su muerte en 1974.
Franco y Perón: grandes amigos en las buenas y en las malas. Uno genocida y el otro primero financista del genocidio español y luego orquestó el genocidio argentino dentro de su propio partido.
Si Francisco Franco no hubiera obtenido esta ayuda, otra hubiera sido la historia y el pueblo español se hubiera ahorrado miles y miles de muertos en manos del dictador.
Gracias a Perón, algunos españoles tuvieron una ración diaria de pan un poco mayor y otros terminaron siendo víctimas de la persecución y el asesinato por cuestiones políticas.
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una prosa serenita ,como despuntando al vicio
ResponderEliminareste yerno mio que tarda en llegar
Imagen sesgada de la historia vista desde un solo lado y queriendo dar a entender cosas que en verdad no son como si el poco apoyo que recibieron los makis fuera por el miedo a la represión y no por el odio que suscitaba en el pais la endemoniada republica que tanto daño habia echo por no hablar de las toneladas de carne y trigo que nos dieron los argentinos en una epoca en la que en españa se pasaba hambre de veras en un acto de generosidad sin precedentes que desde luego la urss no hubiera hecho en el caso contrario
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