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domingo, 1 de febrero de 2009

Por suerte alguien piensa en el bien del país

Ya no me acuerdo cómo, pero navegando por internet llegué a una página de Cosme Beccar Varela. ¿Se acuerdan?. Tradición, Familia y Propiedad….opositor acérrimo a la ley del divorcio, allá lejos y hace tiempo…ese mismo.

Este señor tiene sus ideas, como las tenemos todos. Por lo extremo y casi caricaturezco de su discurso, me hace pensar, otra vez, en que las palabras no son chiste y en lo que pueden desembocar.

Seguro que no son muchos los que adhieren 100 % a sus dichos. Pero como es un extremo, sirve para pensar en lo que puede desembocar justificar algunas ideas, algunos conceptos que tienen su punto de partida en concepciones extremas y….de la Edad Media???

Estos escritos y muchos más se pueden encontrar en la página www.labotellaalmar.com

Pido disculpas por lo extenso y también por lo poco interesante o aburrido que puede ser conocer a este señor y lo que dice. Pero vaya a saber por que, me parece que puede ser importante saber cómo piensa…

Escribe cosas como estas:

“Democracia” para siempre

Toda la prensa, la “dirigencia”, el “establishment” y todos los adulones del régimen festejan los “25 años de democracia”. Hace pocos días los mismos homenajearon a Alfonsin como el Fundador y me acuerdo que los carteles que se exhibían en la ridícula liturgia laica de esa celebración decían: “DEMOCRACIA PARA SIEMPRE”.

Ese “siempre” me sonó algo así como la eternidad del infierno y me hizo acordar a la frase que, según el Dante está escrita en la entrada de ese lugar de castigo sempiterno: “Lasciate ogni speranza voi ch´entrate” (Vosotros que aquí entrais, abandonad toda esperanza).

Son todos unos farsantes. Ellos saben muy bien que esto no es una democracia de la que podamos jactarnos sino una estafa cometida por 10.000 sinvergüenzas contra 40.000.000 de habitantes reducidos a la calidad de esclavos.

Dentro de esos 40.000.000 hay unos 200.000, por lo menos, que son culpables por dejadez, por pereza o peor aún, por cobardía, de haber permitido esta situación habiendo podido evitarla o al menos haber ofrecido una resistencia digna de ese nombre. Estos son desertores y hasta traidores a su Patria.

Esta democracia tiene dueños. Son los partidos peronista, radical, de centro y de izquierda, financiados por los robos que infaltablmente cometen sus integrantes cuando están en el poder y por los empresarios que hacen negocios con ellos; y elevados a la fama por los grandes medios de difusión que concentran exclusivamente sobre ellos los reflectores de la publicidad dejando a los que no pertenecen a sus obscuras conjuraciones en la más completa obscuridad e ignorados por el pueblo.

El historiador liberal Vicente Fidel Lopez -exento de toda sospecha de antidemocrático- escribió en su famosa “Historia de la República Argentina”: “He aquí la índole de las democracias representativas… ellas tienen siempre un pacto virtual con la mediocridad y con la intriga, que son, la una el tipo y la otra el único resorte de su gobierno” (Tomo V, pag. 291).

¡Y eso lo escribió a fines del siglo XIX y principios del siglo XX! ¡Qué hubiera dicho si hubiera sabido en qué iban a terminar aquellas mediocridades y aquellas intrigas que él relataba en sus páginas! ¡Qué hubiera dicho si hubiera vivido para ver a un descerebrado entregarle la Presidencia de la Nación a su mujer, de mala reputación para colmo, como quien entrega un bien ganancial! ¡Y si hubiera conocido a los Verbitsky, a los Solá, a los Aníbal Fernandez, a los De Vido, a los Uberti, a los Redrado, a los Duhalde, a los Rodriguez Saa, a los Scioli, a los Macri, a las hombrunas desiquilibradas metidas a mandonas, como la Carrió y a tantos otros similares que son los “próceres” de hoy!

Si esta banda de usurpadores tuvieran una pizca de sinceridad deberían festejar el éxito de la mayor estafa de la Historia: haber engañado a 40.000.000 y haberse quedado con todo el poder, todos los recursos, todos los derechos y todas las instituciones convirtiéndolas en trapos de piso sobre los cuales bailotean danzas de prostíbulo.

Es verdad: “DEMOCRACIA PARA SIEMPRE”. Así es. Esta falsa democracia es para siempre porque no hay FFAA que hagan cumplir la Constitución, no hay honor como para sentir vergüenza de haber caído tan bajo, no hay hombría para indignarse ante tantas provocaciones de los canallas que nos tiranizan y reaccionar como se debe; se han expulsado la Verdad y la Justicia para substituirlas por la mentira, el error y la más atroz injusticia y sobre esas bases construir una falsa “civilización” del odio y del desprecio, de un desprecio que se nota hasta en la minucia de la vida cotidiana y en todos los órdenes.

Aún el falsario Macri, supuesta opción frente a semejante torrente de ignominia, ha demostrado en este año que es más de lo mismo, él y sus compañeritos del desgobierno, y que les importan un comino los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, tal es el cúmulo de atropellos que cometen continuamente contra la más mínima de las libertades que es la de andar por la calle y contra la fisonomía de la Ciudad, otrora famosa en el mundo por su calidad edilicia.

Esta es la democracia de los piquetes, de los cortes de ruta, de las malversaciones legalizadas mal llamadas “superpoderes”, de los enriquecimientos ilícitos como los que descaradamente exhiben los Kirchner y los políticos del sistema en general, de las persecuciones disfrazadas de “procesos judiciales”, de la delincuencia que mata, roba, viola y hace lo que quiere en esta Jauja del crimen que le han montado sus congéneres de la política.

Me pregunto si hay otra democracia posible que no tenga estas lacras repulsivas. Creo que ahora ya no. Hemos pasado el punto sin retorno en que todo está maleado y ya no hay fuerzas morales para remontar la empinada cuesta que baja hasta el infierno.

¿Y mi convocatoria a una Asamblea por la Patria para formar un movimiento con objetivos políticos, en el que 200 argentinos de bien, como mínimo, pongan su inteligencia y su coraje al servicio de la Patria convocando a lo que quede de sano en el pueblo? ¿En qué queda eso?

En nada. Hace ya un tiempo que me he dado cuenta de que es imposible mover a lo que está muerto.

Tienen razón estos sepultureros de la verdadera Argentina. Esta democracia es para siempre, o sea, hasta que Dios intervenga de una manera imprevista, que puede ser mañana o dentro de cien años o el día del fin del mundo. Que festeje la “dirigencia” corrupta e inepta. Los argentinos de la verdadera Argentina desaparecida, sufrimos, asqueados sólo de verlos.


EL MEJOR SISTEMA DE GOBIERNO


En este momento de confusión general, en el que sólo las ideas del "establishment" tienen "prensa", voy a exponer una tesis totalmente contraria a los más elementales dictados de la ortodoxia "politically correct". Voy a sostener que el unico sistema político capaz de preservar la libertad auténtica del pueblo es el régimen que regía en la Edad Media (con una alternativa moderna que nadie quiere arriesgarse para poner en práctica).

Para quienes no tienen cultura general suficiente como para saber qué es la Edad Media les recuerdo someramente que es la época que va entre la caída del Imperio Romano y la imposición del cinismo político en el gobierno de las monarquías o sea, para dar alguna fecha, en el reinado de Felipe el Hermoso, rey de Francia entre 1285 y 1314.

* * *

En la Edad Media el poder no se dividía, según la famosa teoría de Montesquieu, en poder ejecutivo, judicial y legislativo, división horizontal que es una ficción detrás de la cual se oculta el poder absoluto del ejecutivo, dueño del Tesoro y de las Fuerzas Armadas.

En la Edad Media el poder se dividía en forma vertical en la misma medida en que se dividía la fuerza armada.

El rey no era más que un "primus inter pares". Como decía un viejo fuero vasco: "tú eres el primero entre nosotros, pero juntos somos más que tú".

Tenía una fuerza armada propia pero sus nobles tenían la suya, según la importancia de cada feudo. El Duque tenía más soldados que el Conde; éste más que el Vizconde y por último estaban los señores de tierras nobles que tenían la obligación y el derecho de sostener y comandar una fuerza armada proporcionada a sus medios económicos. Los nobles no pagaban impuestos en moneda a cambio de su obligación de pagar el "impuesto de sangre", es decir, poner el cuerpo en la batalla. Es así que muchas familias nobles quedaron diezmadas y hasta sin hombres por haber muerto todos ellos en las guerras.

El Ejército del rey se componía de la suma de estas fuerzas que, en caso de necesidad y debidamente convocadas, debían encontrarse en Marzo -el mes de Marte, el dios de la guerra, pero también el comienzo de la primavera y del buen tiempo- en un punto determinado, para secundar al rey en sus operaciones.

Por encima de estas fuerzas estaba el poder de la Iglesia Católica que reprimía con sanciones canónicas terribles toda violación de la Fe y de la Justicia. Es memorable el caso del Emperador Enrique IV de Alemania que fue depuesto por el Papa San Gregorio VII por haberlas violado y sólo fue perdonado después de pasarse tres días, vestido sólo con pieles y en la nieve, frente al castillo de Canosa en el que se encontraba el Papa. No lo hizo porque fuera piadoso católico sino porque sus nobles vasallos le habían negado todo acatamiento a causa de la excomunión con que lo habia fulminado el gran Papa de Cluny.

Es decir, el poder espiritual tenía poder politico y el poder político estaba dividido en tantos niveles cuantos había de nobles dotados de fuerzas armadas propias.

* * *

La idea de que el poder político se limita por causa de las leyes, es una estupidez típíca de la ficción democrático-liberal. En los regímenes liberales más respetados el poder ejecutivo, en condiciones normales, prevalece absolutamente sobre los demás poderes. No en una confrontación abierta, tal vez, pero sí en la práctica cotidiana.

Y los poderes paralelos, entre otros, la prensa, los gremios, el "establishment" económico y los agitadores, prevalecen sobre los tres poderes clásicos en ciertas situaciones, pero sin contradecirlo porque son parte del "sistema" y adhieren al "Pensamiento Único" que es el lubricante de toda la máquina.

* * *

La única forma auténtica de fraccionar el poder es reconocer el derecho a tener fuerzas armadas propias. "A la limite", como dicen los franceses, lo que prevalece es la fuerza de las armas. Una pasión se quita sólo con otra pasión, no con argumentos. La pasión de dominio, de codicia y de lujuria que mueve a los tiranos sólo se quita con la pasión del miedo. Y ese miedo sólo lo puede infundir la fuerza armada, que es de acción y efecto inmediatos.

Alguien podrá decir: "¡Ah, pero esa fuerza la tenian sólo los nobles!". Es verdad, pero había tantos nobles armados que todo y cualquier villano tenía uno a quien recurrir en caso de que se le hiciera algún entuerto. Y como todos esos nobles, desde el rey hasta el más bajo, estaban sometidos a la ley moral que custodiaba la Iglesia, no había ninguno que no temiera infringir sus deberes de Justicia. Y si lo hiciera debia temer a la Iglesia, a sus pares y al rey que podía exigirle su cumplimiento.

En la Edad Media se decía: "no hay hombre sin Señor", que equivalía adecir, "no hay hombre, por pobre que sea, que no tenga un Señor a quien recurrir en demanda de amparo". Y el amparo era efectivo porque no había Señor, por poderoso que fuera, que no temiera enemistarse sin razón con un súbdito armado

* * *

Comparemos ese régimen con el actual. La tiranía de Kirchner dispone absolutamente del Tesoro público, de la totalidad de las Fuerzas Armadas y del poder legal. Comete una arbitrariedad contra los ahorristas y éstos sólo tienen un recurso judicial totalmente inútil porque va a morir en los estrados de los jueces obedientes a la misma tiranía.

Comete una injusticia contra el campo, y los campesinos lo único que pueden hacer es cortar rutas -que es un delito y una forma de fomentar el caos- y eso bajo el liderazgo demagógico de dirigentes de izquierda que sólo auguran males mayores.

Agrede las FFAA, muchos de sus oficiales van presos y los que quedan libres, en actividad, no tienen ninguna propiedad sobre sus armas sino sólo un nombramiento revocable de raigambre borocrática, con la amenaza subyacente de que si llegan a usarlas según su criterio de justicia, pueden ser procesados y encarcelados por rebelión.

O sea, no hay ningún argentino que esté protegido contra la arbitrariedad y las garantías constitucionales son una farsa. "Otro gallo cantaría" si el poder armado estuviera distribuido por dercho consuetudionario desde arriba hacia abajo hasta el más ínfimo señor natural, como lo estaba en la Edad Media.

¿Puede volverse a ese régimen? No creo. ¿Qué hacer, entonces? Organizarse para imponer una nueva clase dirigente que haga reinar la Justicia, aunque los ciudadanos atomizados no tengan fuerza para imponerla. Lástima que a los argentios de las "clases cultas" no se les da la gana hacerlo...

Cosme Beccar Varela





UN ENSAYO DE LO QUE DEBIÓ SER EL DISCURSO PRINCIPAL EN EL ACTO DE PALERMO


¡Argentinos!

Estamos aquí reunidos no sólo para defender al campo de un impuesto injusto. Ese aumento de las retenciones no es otra cosa que una injusticia más, y no de las mayores, cometidas por esta tiranía. A nosotros nos duele porque nos quita una gran parte del fruto de nuestro trabajo, pero más nos duele saber que nuestra querida Patria no tiene futuro mientras el poder esté en manos de una banda de facinerosos encabezada por tiranos que quieren convertirnos en un Estado socialista.

Nos duelen todas las injusticias que se cometen diariamente y sabemos que se cometerán otras peores mientras esta situación política no cese.

No se trata sólo de que se vaya la supuesta Presidente de la Nación -que no lo es en realidad por las muchas ilegalidades cometidas para su encumbramiento- porque ella sería substituida inmediatamente por otro igual o peor.

Ella se tiene que ir, por supuesto, pero eso no basta. Se trata de hacer cumplir plenamente nuestra Constitución Nacional, que no es el engendro pergeñado por el Pacto de Olivos de 1994 que firmaron Menem y Alfonsin probablemente mediante sobornos. Es la vieja Constitución de 1853 que organizó la Nación después de las sangrientas guerras civiles que duraron casi medio siglo y cuyo cumplimiento puede todavía sacarnos de este pantano.

Nuestra Patria, que es una de las más ricas de la Tierra, habitada por un pueblo pacífico, trabajador e inteligente, podría estar entre las más felices del mundo si no fuera porque estamos sometidos a una tiranía.

No nos engañemos. Si consiguiéramos evitar la amenaza del aumento de las retenciones a los cereales y rechazar los demás atropellos que sufre el campo, todavía nos quedaría acabar con las demás injusticias que sufren nuestros compatriotas, nuestros hermanos argentinos, de los cuales no podemos ni queremos desentendernos.

Pensamos en los 300 militares secuestrados desde hace más de cinco años en las cárceles de Kirchner, sin justicia, sin juicio, sin jueces y sin esperanzas de tenerlos nunca. De estos, 40 han muerto ya en prisión.

Pensamos en los que han sufrido robos, secuestros o asesinatos a manos de la delincuencia común que hace lo que se le da la gana contra una población indefensa por falta de una efectiva política de prevención del delito.

El gobierno se ha convertido en una cueva de ladrones. Todos saben que los gobernantes en lugar de servir al bien común roban y se enriquecen. Nadie sabe qué parte de los 55 mil millones de dólares anuales del presupuesto nacional y de los miles de millones de los presupuestos provinciales y municipales realmente se gastan en obras y servicios para el pueblo y qué parte va a parar a los bolsillos de los presidentes, ministros, gobernadores y demás funcionarios. Las valijas con cientos de miles de dólares, las coimas, los fondos desaparecidos de Santa Cruz no son sino algunas de tantas anécdotas de muchas otras que no se conocen.

El robo de los depósitos bancarios que despojó de sus ahorros a miles de argentinos, confirmado por este gobierno y los anteriores, y el repudio de la deuda pública que los tiranos consideran una "viveza" es en realidad una vergüenza nacional. El despojo cometido contra los jubilados actuales y los futuros por el apoderamiento de los fondos previsionales es una más de las tantas lacras del cuerpo nacional.

Cualquier maleante puede aspirar a cualquier cargo y de hecho sólo los maleantes los tienen porque sólo ellos se han adueñado de las candidaturas anulando de hecho el art. 16 de la Constitución que exige idoneidad como condición para ejercer cualquier cargo. Mientras tanto, miles de argentinos que serían capaces de gobernar con honradez e inteligencia están excluidos de la vida pública.

El desorden más desalentador reina en las calles de las que se han adueñado piqueteros enmascarados que amenazan con palos y otras armas a quienes desobedecen sus imposiciones. Para peor hay graves sospechas de que esos grupos son el comienzo de una fuerza armada irregular que la tiranía piensa poner a su servicio en el momento que decida usar la violencia contra los argentinos que se le opongan.

La Administración pública nacional, provincial y municipal está copada por una burocracia corrupta que vende caros sus servicios y si no se les pagan, retarda, deniega o cumple mal sus funciones.

La Justicia está en manos de magistrados venales o cobardes haciendo ilusoria cualquier defensa del derecho. La inseguridad jurídica es total y vergonzosa. No hay garantías ni para los argentinos ni para los extranjeros que quisieran invertir en el país, y por eso no invierten.

Ex-guerrilleros y terroristas adueñados del poder imponen su odio a la Argentina tradicional envenenando la vida pública.

Los medios de comunicación al servicio de una ideología extraña a nuestras tradiciones corrompen, mienten, adulan o calumnian imponiendo su yugo extorsivo al país.

Empresarios deshonestos se enriquecen con la complicidad de funcionarios vendidos y comparten con ellos sus pingües e ilícitas ganancias.

La miseria de millones de argentinos está escondida detrás de las mentiras que fabrica el Instituto de Estadísticas y el silencio de la prensa que los ignora.

Los hospitales son impotentes para atender a los enfermos; la red de energía y los transportes están a punto de colapsar mientras la tiranía aprovecha el desorden general para reestatizar los servicios mal privatizados con lo cual todo será peor y los nuevos administradores de las nuevas empresas estatales tendrán nuevas ocasiones de robar.

La juventud sin futuro piensa cada vez más en irse del país o en drogarse mientras se queda. Las escuelas y universidades son tierra de nadie en la cual rige la prepotencia de los peores haciendo imposible la enseñanza que decae miserablemente en medio de la más caótica indisciplina.

El enfeudamiento al bloque de naciones marxistas nos aleja cada vez más de nuestros aliados naturales de la civilización occidental y cristiana.

En todo el mundo nos miran con lástima y no pueden entender cómo una nación que daba tantas esperanzas a comienzos del siglo XX se ha convertido en una piltrafa, en el botín de un banda de aprovechadores.

Las FFAA han sido desmanteladas, deshonradas e inutilizadas para defendernos de cualquier agresión externa o interna.

Todo esto y mucho más, es como una lápída que pesa sobre la Patria bajo la cual jamás podremos progresar ni vivir en paz.

¡Contra todo esto, argentinos, en favor de la Justicia y del bienestar general nos movilizamos!

¡Exigimos la renuncia de la que figura como Presidente de la Nación y el retiro inmediato de toda la "dirigencia" corrupta e inepta, aún de la que finge ser opositora pero que no es sino más de lo mismo!

¡Convocamos a todos los argentinos de bien para que se hagan presentes y se organicen para gobernar en servicio del bien común!

Por todo esto nos movilizamos. El caso del aumento en las retenciones sobre los cereales no ha sido sino el detonante de esta inmesa explosión de patriotismo que tenemos delante de nuestros ojos.

¡No dejemos que este fervor maravilloso se diluya y se pierda cuando termine este acto!

¡Juremos no separarnos anímicamente hasta no ver a nuestra Patria libre de este cáncer que la corroe!

¡No queremos el apoyo interesado de la falsa oposición pues toda ella pertenece a la "dirigencia" corrupta, ni menos aún el de los ideólogos de izquierda, socios ocultos de la tiranía, que se han colado en esta manifestación para usarnos como plataforma de lanzamiento de sus candidaturas falsificadas!

¡Queremos argentinos de bien, honestos y fieles a nuestras tradiciones que encabecen el renacimiento argentino!

Hasta conseguirlo, seguiremos movilizados y dispuestos a cualquier sacrificio que la Patria exija. Nos sentiríamos deshonrados si nuestros compatriotas pensaran que todos estos esfuerzos y el acompañamiento a que los hemos convocado es sólo para ahorrarnos unos puntos en el porcentaje de un impuesto injusto.

Nuestra Patria puede renacer de sus cenizas porque su espíritu no ha muerto y la prueba es la inmensa multitud reunida la tarde de hoy en este lugar.

A pocas cuadras de aqui la tiranía ha juntado a los detentores del poder y a unos cuantos infelices alquilados con nuestra plata. Ellos se sienten seguros porque se dicen titulares de la legalidad y tienen en sus manos la Fuerza Pública y el Tesoro. Pero no son la legalidad y han usurpado el poder. Ellos son el enemigo; con ellos no hay reconciliación posible. Exigimos su retiro inmediato como condición necesaria de un verdadero reencuentro nacional.

No nos dejamos engañar por falsa invocaciones a la unión nacional. ¿Que unión puede haber entre la luz y las tinieblas, entre la torpeza y la honestidad, entre el trabajo y el robo, entre la tiranía y la Justicia?

Todo lo que ellos hacen nos conduce a la ruina. Empecemos a marchar firmemente por el camino que nos lleva al bienestar general y a la grandeza nacional.

¡Viva la Patria!

Cosme Beccar Varela


Increíble pero real!!!!
Alita

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2 comentarios:

  1. Este tipo de posiciones es un poco más radicalizada, pero coherente con la etapa argentina conocida como "fraude patriótico" (posterior a Uriburu y que llegó hasta 1943), que fue una especie de monarquía de la clase ganadera. Luego vinieron a aguarle la fiesta el peronismo, el desarrollismo y el ultraliberalismo de ciertos golpes de estado y el menemismo. Esta gente estuvo bien con Onganía y con Videla, dos chupacirios que de todas maneras eran un poco más moderados que este Beccar Varela.
    Hay que observar muy bien qué hace esta gente, porque cuando sobrevienen las crisis es cuando hacen sus mejores trabajos, sobre todo sobre los más jóvenes.
    La crisis de la enseñanza oficial ha hecho que la clase media vuelque a la enseñanaza privada la educación de sus hijos. Y en estas manos (o la del Opus, o los lefevristas) caen los párvulos. ¿Se imaginan discutiendo con nuestros nietos sobre la conveniencia de volver a la Edad Media, con reyes designados por Dios y un supuesto equilibrio social y defensivo mantenido por nobles con sus ejércitos.
    ¡Madonna! ¡Y piensan todo esto en nombre del mismo Jesucristo con el que los pentecostales curan, los universales te hacen parar de sufrir o el Vaticano quiere imponer el canto gregoriano en las iglesias! Más que una crisis económica lo que se viene es un mundo-maniconio...
    Ah... y si quieren conocer más a esta gente entren a www.argentinosalerta.org/, en donde si se portan mal los pueden enloquecer enviándoles mails.

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  2. Coincido con lo que decís Juan Carlos. La educación es una deuda pendiente y es casi lo más importante que hay que sostener y mejorar. Cuando los docentes hacen reclamos, ya casi no encuentran repercusión en la sociedad. Es verdad que los que pueden, optan por ir a la educación privada.
    El discurso de este señor, aparece expresado cuando se machaca y se machaca que con que el Estado no sirve para nada, que es corrupto, etc etc etc.
    El Estado somos todos. Y si no participamos, señores iluminados como estos, pueden venir a decir que ellos sí son los que pueden salvar al país. Un beso

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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus

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