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domingo, 15 de febrero de 2009

Desventuras en Colón

El primer incidente ocurrió al llegar a la Terminal de Ómnibus de Colón, la ciudad de Entre Ríos que elegimos para vacacionar.
Fuimos a retirar nuestro bolso negro pero según mi mujer no aparecía por ningún lado, y enseguida pensamos que alguien se lo había llevado por error dejando otro que ella no reconocía como propio.
Ante la duda, abrí un bolsillo lateral y alcancé a divisar un consolador y varios cigarrillos de marihuana, lo que me llevó a concluir que definitivamente ese bolso no era nuestro, mientras mi mujer me recriminaba estar espiando pertenencias ajenas y el chofer le daba la razón.
Fuimos a la boletería a hacer el reclamo y, cuando ya estaba llenando el correspondiente formulario, salta mi mujer diciendo que se había equivocado y que el bolso era realmente el nuestro.
El maletero, el chofer, la empleada y yo quedamos anonadados, pero recibimos condescendientemente sus disculpas, lo que no impidió que yo llenara un nuevo formulario denunciando que alguien se había llevado a mi esposa, que no era negra como el bolso pero sí rubia y muy parecida a la real que estaba allí presente. Quizás otro pasajero me la devolviese pronto mientras yo le devolvería la suya en un auténtico acto de intercambio de esposas.
Alegué la que rubia no era mi esposa porque ella no era tan distraída como para no reconocer su propio bolso, ni tan zafada como para guardar consoladores y marihuanas. Finalmente me confesó que esas eran algunas de las sorpresas que guardaba para nuestras vacaciones, con lo cual desistí del reclamo del cónyuge perdido. Uno nunca termina de conocer a las mujeres.
El segundo incidente ocurrió cuando llegamos a la casita que alquilamos con jardín y parrilla en Bolívar y Santa Cruz.
Tenía un amplio comedor y un dormitorio con vista al jardín, pero también nos topamos con una impenetrable puerta cerrada con llave (ver foto).
Inmediatamente me acordé de aquellas películas retro de la década del ’50 donde las mansiones siempre tenían alguna misteriosa puerta cerrada con candado, y donde se ocultaban los secretos más terroríficos.
A través de la cerradura no pudimos ver nada ni tampoco sentimos ningún olor nauseabundo, quizás porque el cadáver allí escondido de algún turista desaparecido todavía estaba fresco.
Finalmente nos aclararon que en esa habitación guardaba sus pertenencias la dueña de casa, que se había mudado temporalmente al hogar de su hijo para alquilar la casita durante las vacaciones.
Cuando hube comprobado con desazón que detrás del aparador del living no se escondía ningún pasadizo secreto, y que en la noche cerrada y tormentosa del martes 13 no apareció ningún fantasma, concluimos definitivamente que nos había tocado una aburrida casa completamente normal, salvo por algún que otro detalle que hemos registrado en el video adjunto. En el otro video también relatamos en vivo nuestro último incidente con el monstruo del Río Uruguay. ¿O ustedes creían que solamente el lago Ness tiene bestias míticas?
Pablo Cazau. Enero 2009.
Videos:
Desventuras en Colón http://www.youtube.com/watch?v=0mrqYMWd1cY
El monstruo del Río Uruguay http://www.youtube.com/watch?v=9jw1pvvBjZU
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1 comentarios:

  1. PABLO, UNA PREGUNTA , TE METISTE
    A CHUSMEAR CON LA FILMADORA , JAMAS PODRIA PENSAR QUE ESTAS DE VACACIONES , TE DIVERTIS BARATOOO
    PERO SI TE GUSTA , HACELO. HASTA ME ATREVO A MOTIVARTE QUE GENERES , ARGUMENTOS
    VERE SI LOGRO HACER ALGUNO EN EL SUPER , ME GUSTAN LOS ESCANDALOS . LE PEDIRE A MI LEGAL QUE FILME , Y SISEBUTA Y YO COMPRANDO ...

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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus

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