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domingo, 22 de febrero de 2009

Ajá

Se sentaron cafe de por medio, como tantas otras veces. Se miraron. Ella sonrió. Algo en su mirada decía que no estaba allí de protagonista, sino de espectadora.
Él puso su mano sobre la de ella. Intentó sujetarla un instante. Buscó con sus ojos, la mirada de arrobamiento que tantas veces le había robado… Se encontró con un par de ojos negros, chispeantes de risa, no de amor… un gesto inequívoco de final se coló en la expresión de esos risueños ojos negros.
Suavemente, apartó la mano de la de él. Tomó la azucarera y colocó dos cucharaditas de azúcar a su café. Como si no hubiera nada más interesante, se dedicó a revolver su café.
Él miraba silencioso. No quería romper el silencio. Se rompería el encanto. La observaba más lejana que nunca. Sus ojos, que se turbaban ante él, hoy lo miraban, lo atravesaban como puñales, directos y ausentes al mismo tiempo. La boca que había besado tantas veces, tenía un gesto entre burlón y melancólico. Las manos que lo habían acariciado, hoy negaban su tacto.
Suspiró.
Ella levantó la vista. Vio a un hombre a quien apreciaba. Vio a alguien que había sido muy importante en su vida, pero lo vio derrotado, perdido, abatido. Lo vio incapaz de ganarla de nuevo, lo vio sin poder encontrarse a sí mismo. Sintió pena por él.
Sonrió, casi a su pesar.
Rompieron el incómodo silencio. El añorando los silencios de complicidad, ella sorprendida del vacío que lo rodeaba. Preguntándose en silencio si alguna vez había sido diferente…
Hablaron del clima, del trabajo, de los amigos. No se mencionó lo que había sucedido.
Ella miró el reloj, y le propuso llamar al mozo, se tenía que ir. Ahora su vida era otra, ahora su vida era eso: suya.
Él sintió por primera vez que había perdido poder sobre esa mujer. Y se dio cuenta, que jamás la había visto realmente. Estaba ahora ante una mujer libre, una mujer que quiso compartir su libertad con él, a la que quiso domar.
Un poco en broma, un poco en serio, intentó seducirla otra vez. Ella arqueó las cejas, sonrió compasiva y dijo… Ajá.
Ajá es el vocablo que se usa para finjir interés cuando no lo hay. También es la palabrita que se usa para no decir lo que realmene se está pensando.
Ajá - dijo nuevamente. Sonrió burlonamente, tomó la cartera.- Adiós.- agregó extendiéndole la mano.
Salió.
Él la vio salir. Vio como subía a un taxi y se perdía por las calles de la ciudad. Vio, en ese momento, como la perdía definitivamente.
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8 comentarios:

  1. ¡ Ajá !,pero hete aquí que no es necesario estar sola ,para ser libre ,es mas bien un estado de conciencia de uno mismo , que poco tiene que ver con lo que te rodea ,al menos , así lo siento ,
    ahora me podés decir " Ajá " ,pero esta vez ,como que me escuchaste ,pero no te convence ....
    besos
    kuma

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  2. RECUERDO LA LITERATURA DE LA REVISTA CUENTAME .... UNA CITA CONTIGO
    , SE LA ACHACABA A MIRMANA PARA APRENDER A GANARME MINAS
    ...PERO LAS MINAS QUE YO ATRACABA , NO LEIAN CUENTAME .
    AHI REPARE EN LOS STATUS .LOS GENEROS REACCIONAN POR STATUS
    LAS MINAS MIAS HUBIERAN TOMADO EL CULETIBO

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  3. ... me gustó... jaja. me gusto el aja y la sonrisa de ella.
    ... no se.. pero creo que el se lo merecia.... por algo.... no se...

    becho. Dan.

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  4. Hola chicos:
    Gracias por comentar.
    Kuma: coincido, ser libre es algo que está en uno... no hace falta estar solo, se puede ser libre en compañía. Pasa que a veces, la compañía entiende ser compañía con ser dueño y no con compartir libertades.
    Cachu: yo me hubiera ido caminando, pero hubiese dado pie a que me siguieran... Y cuando algo termina, hay que bajar la persiana.
    Dan: si habremos usado el ajá tratando de esconder la sonrisa...
    Y sí, seguramente, se lo tenía merecido.
    Besos a todos.
    Andre

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  5. Andre, muy bien descripta la escena, cuando la magia se pierde y uno dice...con quien estuve este tiempo? solo queda un cortes AJA, besos

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  6. Lyric, obviamente has cerrado todas tus notas en igooh, entonces solo me queda llamarte la atencion sobre esta nota, /www.igooh.com/notas/abuso-simple/, me parece verdadera y demasiado tragica, a mi me supera como para hacer cualquier comentario y como no recorde tu otra pagina me tuve que meter por aqui.
    Sorry si molesto, Taxifercho

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  7. Alejandro...!.. que alegria...!.. Aunque solo estes de paso... Ya se.. bajaste la banderita, estacionastes el tacho.. y pediste un cafe... aca... como para descansar un poco.

    Yo .. sabes... tengo mate... como siempre.

    Las notas de Andrea son fuertes. Que bueno que las leyeras, ella labura mucho en esos temas. Tal vez lo cuente. por un costado esta el blog de Andrea...
    Ella te contará.

    yo queria dejarte un beso, me alegro tu parada de hoy, al menos por hoy.
    que tengas un lindo dia... y mucho laburo..!.. y sino.. mucho amor que lo compense.

    hasta la vista.....
    Dani.

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  8. Hola:
    Djuna: me alegra que te gustara.
    Alejandro, gracias por pasarme el dato, creo que me pondré en contacto con la autora, por si le interesa ser parte del equipo de trabajo en el blog de violencia.
    Besos y muchísimas gracias por recordar ese trabajo.
    Adhiero a lo que dice Dani.

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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus

Item Reviewed: Ajá Rating: 5 Reviewed By: Andrea Landella