Zorro Malvinero
Nombre científico: Dusicyon australis (Kerr, 1792) (= Canis antarticus Bechstein)
Subespecies: Dusicyon australis australis (Kerr, 1792) Dusicyon australis darwinii (Thomas, 1914)
Otros nombres vulgares: Zorro isleño, zorro de las islas, zorro de las islas, zorro de las Malvinas, zorro-lobo, "warrah" (=guará), zorro lobo de las malvinas, zorro antártico.
Descripción general y características.
Zorro robusto de aspectos similar al zorro colorado o culpeo de la Patagonia, con unos 90 cm. de largo de cabeza y cuerpo y 30 cm. de cola. El pelaje era sumamente tupido y tenía una tonalidad pardo – amarillenta con la punta de los pelos negros, especialmente en el dorso. El cuello y las patas eran amarillentas con el vientre, la garganta y los labios blancuzcos. La orejas eran intensamente grisáceas y externamente bayas y la cola parda en la base pasaba luego a negruzca para rematar en una punta blanca, característica que sólo comparte con el aguará – guazú entre los cánidos sudamericanos.
Según el mastozoologo inglés Olfield Thomas, los zorros que poblaban cada una de las grandes islas del archipiélago malvinense representaban diferentes razas geográficas ya que los de Gran Malvina eran más pequeños y de pelaje más claro con tinte rojizo. Distinguía así para esta isla a Dusicyon australis australis (Kerr, 1792) y para la isla Soledad a Dusicyon australis darwinii (Thomas, 1914).
A pesar de haberse extinguido hace más de un siglo, aún continúan las discusiones taxonómicas acerca de su verdadera ubicación sistemática. Para algunos autores, habría sido una especie insular del género Dusicyon que incluye a otras especies similares del continente vecino. Otros sostienen que el nombre Dusicyon debe reservarse exclusivamente para esta especie; queda Pseudalopex para las especies cercanas, e incluso alguien ha arriesgado la posibilidad de que se tratara de una variedad próxima al perro doméstico. Esto último es poco probable ya que además de razones morfológicas, faltan evidencias arqueológicas que demuestren la presencia del hombre en tiempos prehistóricos en aquel archipiélago austral. Finalmente, algunos autores lo incluyen en el subgénero Dusicyo del género Canis, lo que parecería una extrema simplificación.
Hábitat.
Pastizales, turbales y costas oceánicas en el archipiélago malvinense.
Distribución geográfica.
Archipiélago de las Malvinas en el Atlántico Sur.
Además se pudo rescatar el recuerdo de unos pobladores de Comandante Luis Piedrabuena, en la Provincia de Santa Cruz, de un cachorro de zorro malvinero, que los tripulantes de una goleta lobera habían regalado a los habitantes de la Isla Pavón en el verano de 1875. El animal había vivido allí hasta abril de 1876 como animal doméstico hasta que un atardecer se lanzó al río Santa Cruz y no volvieron a verlo más.
Comportamiento.
No es mucho lo que se ha podido saber sobre los hábitos de este intrigante cánido y debemos conformarnos con lo que apuntaron sobre él los exploradores y viajeros que visitaron el archipiélago malvinense. Se sabe que era el único mamífero terrestre de esas islas y que gustaba frecuentar los pajonales y las costas marinas en busca de carroña, mariscos, nidos y algunas posibles presas como cauquenes o pingüinos. Se dice también que se alimentaba de lobos marinos y de focas, pero se piensa que se debía conformar con animales muertos o enfermos o bien con las crías pequeñas, dadas las características de ambos animales. Para abrigarse en las noches y en los crudos inviernos australes, cavaban madrigueras entre los densos pajonales. Otro hecho llamativo es la gran mansedumbre que demostraban, incluso casi en los albores de su exterminio, después de unos doscientos años de conocer los desastrosos efectos de su acercamiento al hombre.
Acerca de su presencia en estas islas, alejadas unos 400 km. De las costas sudamericanas, se han tejido numerosas teorías, desde puentes en el Pleistoceno, hasta animales domésticos llevados por antiguos indígenas.
Causas de la extinción.
La especie se habría extinguido hacia 1873-76; exterminada por los ganaderos escoceses que lo culparon de predar sobre sus ovejas. En 1839, poco después de la visita de Charles Darwin en 1833, los loberos norteamericanos lo cazaron en gran número por su piel de muy buena calidad. Téngase en cuenta que la raza fueguina del culpeo o zorro colorado, resulta todavía más preciada en peletería, donde se la distingue como zorro fueguino, por lo que no es difícil de entender que algo semejante le ocurriera a la especie malvinera.
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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus