ALEGATO
Como el fruto de un árbol sin cultivo,
sin amor, salvaje y descuidado,
soy la pena, la vergüenza y culpa
de una madre perdida y un borracho.
Llegué a esta vida cruel sin un afecto.
Y al no tener hogar busqué un abrigo…
No lo he podido hallar; vivo en la calle
más dura y despiadada que un castigo.
El mundo me desprecia y me margina.
Mi presencia en él, de por sí ofende.
Creo que un perro sin hogar ni dueño
es mejor comprendido por la gente.
Yo quisiera jugar con otros chicos
más, nadie se me acerca, por recelo.
Me rebela el desdén, pero no lloro…
Los insulto con rabia y con desprecio.
Si me ven mendigando por las calles
me esquivan, me reprueban y censuran.
Pero pasan sin tenderme una mano,
cuando busco mi pan en la basura.
Es tan grande y amarga mi pobreza
que he perdido hasta el nombre que me han puesto.
No soy nadie, sólo un chico de la calle
que trocó la alegría en sufrimiento
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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus