La discusión será interminable sobre su nombre y de quien son. Incluso en el plano humano, tanto Argentina como Inglaterra tienen sus propios caidos. Pero mas allá de todo existe una cuestión fundamental que nadie quiere tratar por lo menos en este país y menos desde el Gobierno que es la "autodeterminación de los pueblos". Mediante la negación de este principio básico no se reconocen a paises ya declarados como Abjasia y Osetia del Sur.
Pero respetando este derecho de los habitantes de las islas, la posibilidad de recuperar esta tierra tan cara a nuestros sentimientos es posible. No hace falta realizar reuniones de gobernantes amigos de republiquetas bananeras para lanzar discursos estrepitosos que solo sirven para el teatro político. Muchos creen que la solución reside en seguir protestando y hacer ademanes de sabelotodo en los foros internacionales o, los mas extremistas, pretenden tomar las armas y comenzar una nueva guerra.
Veamos un poco mas de cerca la situación: 2.000 personas habitan las islas que por su propia determinación quieren seguir siendo británicos y no tienen pensado bajo ninguna circunstancia la viabilidad de un cambio de ciudadanía.
¿Por qué los sucesivos gobiernos no puede convencer a 2.000 personas sobre las bondades de ser argentino pero pueden convencer a millones de argentinos a la hora de las elecciones?. Esta sería la pregunta que deberíamos formularnos.
La dictadura militar en 1982 solo tenia intenciones y pensamiento militar, asi es como entramos en guerra por las islas, como casi tambien llegamos a la guerra con Chile y así también se dedicaban a jugar a la guerra interna y asesinar a todo el que se les cruzara. O sea, no podemos seguir pensando estupidamente que todo se soluciona a sangre y fuego.
Las quejas en los foros internacionales no han dado ningún resultado ya que nuestro país ha dejado de ser creible a corto, mediano y largo plazo. Tenemos el mismo peso en el escenario mundial que la Republica del Congo (sin ofender a los congoleses pero ellos saben muy bien que no son tomados en cuenta para nada).
Llegamos al punto de ver que el problema es interno y no externo. El problema no surge en Inglaterra sino en el mismo seno de Argentina, su propio Estado.
Imaginemos por un momento esta situación: Debo ir hasta las islas y convencer a 2.000 personas reunidas en un anfiteatro en cuyo escenario me encuentro yo tratando de convencerlos las bondades de ser argentino. ¿Qué podría decir para convencerlos de algo que ya saben como es?. No son autistas, leen periodicos, nos conocen y conocen nuestra historia. Estamos hablando con personas que a pesar de vivir en una isla, tienen una moneda fuerte como la Libra Esterlina, tienen comodidades, un Gobierno estable, trabajo, vivienda, educación, salud, justicia ... no hablamos figuradamente sino taxativamente. El inglés solo piensa en su trabajo, en su casa y que hacer con su dinero.
¿Cómo podemos convencerlos? Ni mas ni menos que teniendo un Proyecto de País a Largo Plazo, serio, confiable, en donde todos los habitantes de este país tengamos un trabajo digno, una vivienda digna, salud, educación, Justicia (no virtual), Gobiernos serios (no cirqueros), ESTABILIDAD en donde los ciudadanos puedan proyectar a muy largo plazo, acceso al crédito, una moneda estable y con algún valor en el mercado de divisas. Si consiguieramos esto que nos beneficiaría a TODOS LOS ARGENTINOS, los malvinenses pensarían 2 veces el seguir siendo ingleses con su madre patria a 14.000 km o adquirir una nueva patria a tan solo unos 500 km.
La verdadera cuestión está en nuestra historia bananera, tercermundista y subdesarrollada de la maquinaria destructora peronista y la inutilidad radical (salvo alguna excepción). Las Malvinas pueden ser Argentinas cuando como pueblo sepamos elegir y destruyamos esta politiquería barata, corrupta y bananera; cuando pasemos de ser una republiqueta a una verdadera República, cuando dejemos la Demagogia y tengamos una verdadera Democracia; cuando abandonemos la búsqueda de culpables foraneos sobre nuestras desgracias y nos hagamos cargo de nuestro futuro.
Nosotros, argentinos, le estamos dando el nombre a esas islas que tan caras nos fueron en sangre y seguimos eligiendo que se llamen "Falklands" y no "Malvinas" solo por la mentecata visión bananera que tenemos de nuestro propio país.
Excelente análisis Bife.
ResponderEliminarCuriosamente esta vez estoy de acuerdo con vos.
Tu Lau.