DIAS EXTRAÑOS
EL KIRCHNERISMO, LA REELECCIÓN DE NÉSTOR Y LA PRESIÓN A LOS MEDIOS
Días demasiado iracundos se han vivido esta semana, en los cuales la virulencia social casi entró en un peligroso punto de no retorno. La virtual paralización de la avenida 9 de julio, por parte de organizaciones sociales que quedaron afuera de la repartija del ANSES, reveló hasta qué punto el termómetro de la crispación llegaba a peligrosas mediciones. Si bien el método de protesta elegido, el corte por más de un día de esa vital arteria porteña, puede tildarse de deplorable por el mayúsculo trastorno causado, no así sucede con el reclamo en sí. Pues sus principales referentes aludían al manejo espurio de dichos fondos por parte del Ministerio de Desarrollo Social, acaudillado por la hermana Kirchner.
Los encargados de repartirlos serían, que duda cabía, los anteriormente denostados intendentes del conurbano bonaerense ahora aliados del matrimonio morganático dueño del bunker de Olivos. Evidentemente, la futura candidatura de Néstor 2011 se sentará sobre los consabidos basamentos de sometimiento, inequidad y vergüenza. Pero más allá de todo esto, es más que evidente que la pobreza y la marginalidad en Argentina ya es endémica, en crecimiento constante gracias a la miopía oficial que yerra constantemente los diagnósticos y falsea las estadísticas.
La guerra constante de la inseguridad sigue su loca cuenta de vidas inmoladas en el altar del sinsentido. El intento de asesinato del ex futbolista Fernando Cáceres en Ciudadela tras un intento de robo de automotor por parte de una banda de menores, reaviva el debate sobre cómo combatir este flagelo. Ante la inoperancia manifiesta e interesada del Estado, y el clamor constante de miles de ciudadanos iracundos, damnificados o no, es perentorio hallar una inmediata solución al respecto antes de que se sigan contando cadáveres.
Incertidumbre manifiesta
Atenta a estos pesares, trascendió que Elisa Carrió elaboró un paper destinado a diferentes embajadas advirtiendo sobre un probable rebrote de violencia semejante al de diciembre del 2001. Haciendo caso omiso de esta advertencia, compartida por varios analistas, el inefable programa paraestatal Seis, siete, ocho se dedicó a mofarse en cámara tildando a la misma como proveniente de una orate consumada.
A pesar de las risas del panel, existen indicios que corroboran este panorama, acentuado por actitudes autoritarias que aumentan el descontento del grueso de la ciudadanía y pronostican vísperas de discordia. El bloqueo por parte de las huestes de Hugo Moyano a las bocas de expendio de La Nación y Clarín, y el conflicto en el subte, son apenas dos muestras de lo equivocados que están quienes se siguen escudando en una realidad de cartón pintado.
Si tanto los bufones oficiales como los amanuenses rentados se ríen de quienes señalan al abismo, o implícitamente condenan al exilio a los mensajeros que no se domestican, algo está fallando en el sistema institucional argentino. Y a pesar de los anuncios triunfalistas y las arengas de claqué, este se sigue aproximando de forma inexorable cuando quienes deberían cambiar la historia miran para otro lado.
Fernando Paolella
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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus