Mokichi Okada y la medicina del futuro

Por Ana Cecilia Lugones
Miembro del Equipo de Siendo Humanos: http://siendo-humanos.blogspot.com/

El sistema y la cultura imperante en este principio de siglo ya no sirven para explicar la marcha de la vida social de la humanidad. Las muchas crisis por las que atravesamos son expresiones de una única crisis: la crisis espiritual. No hay que identificar lo espiritual con las religiones y las Iglesias. Al contrario, a partir de lo espiritual debemos criticarlas a ellas, para poder tener desde esa perspectiva, una mirada superadora, integradora, que nos permita asumir nuestra vida de una manera más cabal. Al hablar de espiritualidad pienso en un nuevo sentido de ser, en un nuevo sueño colectivo, entretejido de valores infinitos como la cooperación, la solidaridad, el respeto a cada ser, el cuidado de toda la vida, la armonía con la naturaleza, el amor a la Madre Tierra y la pluralidad de expresiones de lo Sagrado. De allí que al escuchar hablar de “Leyenda Urbana o Mitos de Mokichi Okada”, me surgió una fuerte inquietud sobre conocer de qué se trataba. ¡Qué enorme sorpresa fue que me encontré con una” filosofía de vida”, el arte de re encontrarse con uno mismo, con un vivir a fondo las transformaciones humanas, con todo lo que hablar de nuestra vida interior puede significar, tan distinta a otras concepciones más publicitariamente difundidas!

Mokichi Okada nació en Tokio en 1882, cuando Japón se transformaba en una nación moderna, introduciendo los pensamientos, tecnologías y ciencias del mundo occidental. Su objetivo era consolidar los hogares y las familias que en ellas lo habitaban, en cada parte del jardín, como un reflejo de ellos mismos. Desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, época de la terrible confusión a nivel mundial originada por la guerra, la debacle económica, etc., se enfrentaba con la realidad de que la prosperidad material no siempre era sinónimo de felicidad para la humanidad. Y encontró en la Gran Naturaleza, la civilización en el propio sentido de la palabra. De este modo, llegó a descubrir la auténtica causa de los problemas que aquejaban al hombre y a prever su futuro. A partir de ese momento, Okada se dedicó a su misión: crear una Nueva Civilización, estableciendo la filosofía que sería su fundamento. Así, construyó el Shinsenkyo y el Zuiunkyo, cristalización del prototipo del Mundo del Arte. Al mismo tiempo, con el fin de ampliar su modelo creado, estableció los tres pilares sobre los que trabajara y que son: el arte médicojaponés, Johrei, como el arte de la vida; los alimentos y la Agricultura Natural, como el arte de la agricultura; y las actividades de arte y cultura, como el arte de la belleza. Con su plan general de prácticas mostró diferentes programas que permitirían la expansión a nivel mundial de esta filosofía sencilla que parte del individuo y del hogar.

En Santiago encontramos un grupo humano que aplica sus enseñanzas. Se trata del MOA Internacional que trabaja en esta ciudad. Ellos prestan mucha atención al deseo de transformar la vida en arte y cultura a la belleza de las “flores” que encarnan la belleza de la naturaleza, y que son, a la vez, la cristalización de la belleza natural. Esto es así porque su mentor propuso la popularización de las flores en la vida cotidiana ya que la presencia de las flores vivifica y ennoblece toda la atmósfera. El acompañar su nacimiento y apertura, despierta un sentimiento intuitivo de integración entre la vida humana y toda la naturaleza; a través de ellas podemos reencontrar el camino de armonización y del equilibrio interior. Todos nosotros tenemos una receptividad natural a lo Bello, nadie necesita de un entrenamiento especial para apreciar el equilibrio de la naturaleza o apreciar las flores con sus colores y perfumes. Mientras mayor sea nuestra atención hacia ellas, a las plantas y a la Naturaleza, mayor será nuestra conexión con Dios. A través de las flores, según nos explican, todos nosotros podemos alcanzar el perfeccionamiento personal, el equilibrio y la evolución espiritual. Este grupo de santiagueños ven que la medicina actual sigue un camino muy abrumador percibiendo que la búsqueda de la armonía y el equilibrio, necesitan extenderse a las tierras aborígenes, a la agricultura, a la ganadería, al arte, al medio ambiente y a todas las actividades humanas.

Mokichi Okada, falleció en 1955, y dejó un gran legado centrado en la ley de la gran naturaleza. Considera que la humanidad, ha sido movida, en gran parte, por el más puro materialismo, lo que le impide percibir los peligros que corremos .Las acciones depredadoras y el no respeto y alejamiento de las leyes naturales son una muestra de ello. Los seres humanos han venido actuando de acuerdo a sus conveniencias más inmediatas, sin preocuparse por los resultados a largo plazo, convirtiéndose así, en prisioneros de sus propias ambiciones. Por eso, esta concepción particular de la medicina considera que se puede llegar a curar todo el cuerpo cuando se apacigüen las dolencias y los flagelos de este Tercer Milenio. Que se puede mitigar el sufrimiento que pueda sentir, cuando se lo entiende desde otra cosmovisión: la de tomar al Ser Humano como un complejo profundo, amplio, integral. Consideran que la mente puede generar las más terribles enfermedades del cuerpo, pero sobre todo, las del espíritu. Es de esperar que estas prácticas médicas sean cada vez más cotidianas ya que al haber separado los seres humanos el yo del mundo, la naturaleza de la humanidad y el yo personal de los otros demás como consecuencia del individualismo, han caído en la trampa de las ilusiones, en el esfuerzo de llenar vacíos, y se han convertido en víctimas fatales de un aterrador escenario de autoengaño y de hipocresía.

De predominar estas concepciones se superarían las crisis que tanto nos aquejan. Y la humanidad daría un pequeño salto en dirección a aquello que tanto espera y debe ser: el cambio radical y bueno para vivir definitivamente en armonía y en paz.

Alvaro Leiva Ecología el mundo Salud Sociedad 9:31:00