Hace unos días volvió a Mendoza, para quedarse en la reserva de Ñacuñán, Shampalwe, el águila coronada rehabilitada en Buenos Aires que fue bautizada con el nombre de uno de los personajes de "La saga de los confines", de Liliana Bodoc. La escritora, en esta nota, agradece el gesto.
No es un secreto que los grandes personajes literarios inspiran de múltiples maneras a sus lectores. Ni que sus nombres sirven para bautizar un tipo psicológico, un barco o un perro. En este caso fue un águila coronada quien recibió el nombre de Shampalwe, un maravilloso personaje creado por Liliana Bodoc que atraviesa sutilmente las tres novelas que integran La saga de los Confines.
Shampalwe es la madre que no está a causa del veneno gris de una serpiente. Sin embargo, su familia la invocará siempre, cuando es lluvia o abrazo, alimento o manta, fortaleza o grito.
Matriz y testigo de lo inexplicable, Shampalwe encarna el amor y la antigua sabiduría de la mujer. Protagonista del camino y de la curiosidad que heredarán sus hijos y nietos, en la novela fue víctima de la batalla entre la belleza y la muerte.
Aquí el feliz texto que Liliana Bodoc nos hizo llegar
Hay un águila coronada que se llama Shampalwe. Hay un águila coronada y libre, que se llama Shampalwe. Y a mí no me queda más que agradecer en mi nombre, y en el nombre de los confines que todos habitamos, por este bautismo.
Liberamos un águila. Y entonces, definitivamente, también nosotros nos liberamos. Porque nadie puede ser libre si no deja ser libres a los otros.
Se fue Shampalwe al mundo que le pertenece. Se fue para hacer posible el cielo. Nosotros nos quedamos aquí para hacer posible la tierra.
Los hombres no somos más que una sucesión de pequeños actos. ¿Quién nos hizo creer otra cosa?.
Por eso somos libres cuando abrimos las puertas de una jaula, somos heroicos cuando protegemos un árbol, somos sagrados cuando dejamos que siga el río. Somos eternos cuando estrechamos un niño en nuestros brazos.
Shampalwe está volando hacia su destino.
La libertad se hizo, así en el cielo como en la tierra
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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus