Con boca abierta bosteza,
antifaz de ojos hinchados.
Y La luna que tropieza
sobre el húmedo empedrado.
Otra noche de trabajo
y de sueño acartonado,
con menos altis que bajos,
caminan los olvidados.
Bien apretada la rienda,
corcel de tranco cansado.
No hay margen que lo sorprenda
al marginal olvidado.
Buscadores de tesoros
y botines abandonados.
Polietileno es el oro
que juntan los olvidados.
En época de elecciones
se acercan los trajeados,
entonan rancias canciones
de aliento a los olvidados.
La noche se hace poesía
lustrando el viejo empedrado,
silbando esa melodía,
de tono aterciopelado.
El mundo se hace de día,
se ocultan los olvidados.
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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus