Siempre dijo que le gustaba amanecer en el camino. Tal vez, sea por eso que buscaba razones para vivir viajando.
Siempre dijo que el calor era diferente en cada lugar. Que no se sentía lo mismo con los primeros rayos solares en la playa que en la montaña… Y tal vez, tenía razón.
Le gustaba saborear el viento en la cara. Sentir que podría extender los brazos y volar como un águila.
Una vagabunda era su alma y su persona física trataba de mantenerse a tono.
Cada viaje, cada amanecer en la ruta era como una alegoría de la travesía y de la llegada… Cada aprendizaje, cada mirada nueva, cada luz era diferente y su corazón la recibía de una manera única y diferente cada vez.
No importa si ya había estado en ese lugar antes, cada nueva llegada traía emociones nuevas, cada travesía guardaba más aventuras que recordar.
Y la memoria vagabunda, ama errar entre recuerdos y pasajes diferentes en el alma….
Errante es este espíritu, que tal vez intentó aceptar las raíces, pero que jamás logró asumirlas como propias, porque, nació para andar andando por el mundo… Para recorrerlo todo, como el viento, para conocerlo y tocarlo todo.
Siempre dijo que el calor era diferente en cada lugar. Que no se sentía lo mismo con los primeros rayos solares en la playa que en la montaña… Y tal vez, tenía razón.
Le gustaba saborear el viento en la cara. Sentir que podría extender los brazos y volar como un águila.
Una vagabunda era su alma y su persona física trataba de mantenerse a tono.
Cada viaje, cada amanecer en la ruta era como una alegoría de la travesía y de la llegada… Cada aprendizaje, cada mirada nueva, cada luz era diferente y su corazón la recibía de una manera única y diferente cada vez.
No importa si ya había estado en ese lugar antes, cada nueva llegada traía emociones nuevas, cada travesía guardaba más aventuras que recordar.
Y la memoria vagabunda, ama errar entre recuerdos y pasajes diferentes en el alma….
Errante es este espíritu, que tal vez intentó aceptar las raíces, pero que jamás logró asumirlas como propias, porque, nació para andar andando por el mundo… Para recorrerlo todo, como el viento, para conocerlo y tocarlo todo.
ANDREA....UNA BELLEZA,Y LA FOTO QUE ACOMPAÑA ME HA CONMOVIDO MUCHO!!!!
ResponderEliminarComo el tango que dice,errante en la sombra,te busca y te nombra.......
Las nuevas emociones muchas veces nos hacen cambiar y mover de lugar!!!!,me encantó tu relato.....
Besos.
Ambar...
era un nomade , un bohemio.
ResponderEliminarcada paisaje es distinto
cada espacio o persona es diferente
Gracias por los comentarios, Ambar y Cachu.
ResponderEliminarAmbar: Es Perfecta la foto para la idea ¿no?
Cachu:habemos muchos nómades...
Besos!
Andre ,es realmente muy llaamtiva la foto,y dice todo...,ese bolso,o mochila,y esas espaldas me han dejado un gusto a:"me estoy yendo y no me pidan volver"...y ese caminar al filo y paralelo a las vías,la espalda medio encorvada,el sombrero ,el sobretodo,lo imagino mirando a ese horizonte,y se debe decir,"cuando llegue,llego!,no me importa nada"!!! me ha gustado e impresionado mucho!!!
ResponderEliminarGracias por preguntar!
Besos.
Ambar...
Qué lindas son tus devoluciones, Ambar.
ResponderEliminarBesos..
Andre
Gracias Andre,me gusta poder volcar lo que siento......
ResponderEliminarEs que vos sos buena leyendo y escribiendo!!,por esto te das este increible permiso de "sentir".
Te quiero mucho...(andá pensando con qué nos deleitarás).
Ambar...