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domingo, 19 de julio de 2009

Entonces, Baila


Su pecho se agitaba, el ritmo de su respiración era cada vez más fuerte. Sintió las palmas de las manos húmedas. Como cada vez que estaba nerviosa. Un sonido le indicó que la cortina se levantaba… Todo estaba a oscuras.

Su mente voló hacia aquel lugar… ese lugar lleno de emociones.Sintió nuevamente el apretón de manos de mamá, percibió en el aire esa sonrisa que le decía “Adelante”… oyó la música que susurraba en su alma.

De pronto sintió el calor del reflector apuntándole a la cara. Con los ojos bajos, caminó hacia adelante. Hacia la marca.La música comenzó a sonar. El cuerpo conocía de memoria la secuencia. La mente repetía la rutina. Sabía la técnica. Sintió el aire rodeándola a medida que se movía. Cada paso, cada vuelta era un movimiento acompasado con ese velo invisible… era envolverse en el aire, era sentir que el universo se desvanecía otra vez.

Mientras cada parte de su cuerpo se diluía en el aire, en el movimiento….La música cesó. Se oyeron los aplausos. Percibió como la energía a su alrededor cambiaba.

Abandonó el escenario. Como siempre lo hacía, con un saludo hacia el público. Se sentía extraña cada vez que debía hacerlo. Era como si una parte de su alma hubiera quedado atrapada entre acordes y secuencias de movimiento. Como si su alma estuviera aún bailando bajo el reflector.Regresó al camerino. Como siempre.

Había flores. Como después de cada función. Y tarjetas y regalos. Sabía que “Salomé” había hechizado a la audiencia… Pero “Salomé” tenía el alma hechizada. Y nadie lo notaba.Con la mirada ausente salió del teatro. Por la puerta lateral. Como siempre. Llovía.

“Su paraguas, Señorita Luna ”. Ofreció el portero.

“Estoy bien así, Félix”. Respondió con una sonrisa ausente. Esa misma sonrisa ausente que la envolvía en un halo de misterio.

“Hasta mañana entonces, Señorita”. Respondió el corpulento hombre, preguntándose porqué siempre que salía del teatro, esa niña, parecía tan de otro mundo.

Ignorando completamente las cavilaciones del portero, “Salomé” sintió la llamada de la música del agua, del movimiento… Comenzó a danzar. No como en el escenario, no siguiendo una rutina coreografiada, sino libremente… Dejando que su cuerpo dirigiera el movimento… Dejándose poseer por el movimiento, la música y la lluvia.

Una persiana se bajó de golpe.

Una pareja dejó de besarse para observarla…

Totalmente ajena a ese mundo de ojos sorprendidos… Se quitó los rizos mojados de la cara… Giró con gracia, como si fuera una ondina… Como si fuera parte del agua.Una parte de sí, parecía abrazarse con la otra mitad… Sentía que era amante de los sonidos, del aire que se deslizaba a su alrededor, o del agua que la rozaba y que la besaba en cada poro.

Un poeta miró la escena, entre sorprendido y maravillado, agradecido e inspirado… “Entonces Baila”, pensó. Y mirándola, viéndole el alma, comenzó a escribir una canción.
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7 comentarios:

  1. Andreíta:
    Siempre publicando cosas feas......
    Me encantó chiquita.
    Besos.
    Marita

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  2. Lyric: Simplemente BELLÍSIMO!!!!
    HERMOSO LEERTE!!!
    Lau.

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  3. Marita, has visto qué mal gusto el mío.
    Gracias. Besos.
    Lau, gracias por el comentario. Me alegra que te gustara!
    Besos.

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  4. Linda.........bello es poco!!!
    gracias por deleitar siempre!!!!
    Ambar...

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  5. Andreíta:
    Supongo que lo habrás tomado como broma, es hermoso lo que escribiste, como todo lo que escribís.
    Besos.
    Marita

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  6. Gracias Ambar.
    Marita, claro que entendí la broma. Un beso grande.
    Andre

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  7. Andreíta:
    Ahora me quedo tranquila.
    Besos.
    Marita

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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus

Item Reviewed: Entonces, Baila Rating: 5 Reviewed By: Andrea Landella