Por suerte, en canal 7 (ex-ATC) ya no está Sofovich y pueden verse programas muy buenos y muy interesantes.
Y como es 24 de marzo y por lo que pasó hace 33 años: Nunca más!.
Por Emanuel Respighi
Aunque se crea lo contrario, y muchos pidan mirar hacia adelante y dejar atrás el pasado –como si la historia fueran estaciones de trenes sin vínculo alguno–, la dictadura militar 1976-83 no fue íntegramente debatida por los medios. Costó 33 años instalar en la sociedad la cantidad y magnitud de los crímenes de lesa humanidad que fueron capaces de ordenar y ejecutar Videla & Co. Pero no sólo hubo un plan sistemático de exterminio de personas. Lo que el gran público desconoce es que los genocidas impusieron, paralelamente, una política económica que destruyó la industria argentina y generó una deuda externa que aún hoy se sigue pagando. Para echar luz sobre el tema, Canal 7 pondrá al aire mañana “Los negociados de la dictadura”, el primer envío del flamante programa El espejo retrovisor (miércoles a las 22.15), con el que Felipe Pigna seguirá repasando los grandes acontecimientos y procesos de la historia argentina por televisión.
El espejo retrovisor viene a ser una suerte de continuidad de Lo pasado, pensado, el programa que el historiador argentino más mediático y más vendido del país condujo durante años en la pantalla estatal. Pero no se trata de un simple cambio de nombre. “Decidimos cambiarle la estética al programa y agregarle más intervenciones mías desde la voz en off. Intentamos hacer un ciclo más explicativo que el anterior, con la idea de ser claros y didácticos con algunos temas que requieren profundidad”, detalla el autor de la saga Mitos argentinos. “Rebatiendo la frase que tanto se escucha de que si se mira para atrás no se avanza, con el programa nosotros decimos todo lo contrario: hay que conocer y analizar la historia para no cometer los errores del pasado y entender el presente”, agrega, en diálogo con Página/12.
Producido por Nativa Contenidos, el ciclo debutará con “Los negociados de la dictadura”, un envío que analiza los intereses espurios ocultos que se escondieron detrás de la política económica que impuso José Alfredo Martínez de Hoz desde el Ministerio de Economía. Un plan que disparó la deuda externa en beneficio del sector privado. “Es un tema interesante para tratar –explica el historiador– porque se habló y se habla mucho del terrible genocidio, pero se deja de lado (tal vez por el peso de los desaparecidos y los asesinados) el análisis de los negociados atroces que cometieron los genocidas. La dictadura impuso un nuevo modelo de país que no excluyó una serie de maniobras económicas que mucho mal le hicieron y le hacen a la Argentina.”
En el envío, prestarán su voz Alfredo Calcagno para hablar de la deuda externa, Ricardo Gotta para analizar los turbios manejos del Mundial ’78, Guillermo Tello Rosas se referirá a la estatización de la Compañía Italo-Argentina y para hacer foco en el ilusorio Astillero Domecq García estarán el periodista Marcelo Paredes y el ex trabajador Gustavo María. Ellos serán las voces que se articularán entre imágenes inéditas y el relato en off de Pigna, que explicarán una larga lista de negocios fraudulentos que puso en marcha la dictadura.
“El primer gran negociado de la dictadura, por orden cronológico y volumen, fue la compra y estatización que ordenó Martínez de Hoz de la Italo-Argentina, por la que se pagó una millonaria cifra por una empresa que estaba al borde de la quiebra”, enumera Pigna. “Otro negociado fue la creación de la famosa fábrica de submarinos Domecq García, impulsada por Eduardo Massera y que no dudó en colocar al frente del astillero a uno de los fundadores de la ultraderechista Liga Patriótica Argentina. Fue una iniciativa que hizo un único submarino y generó una deuda externa impresionante, al punto que todavía se le debe plata a la empresa alemana Thyssen, a la que se le compraron materiales y repuestos de todo tipo. Y también están el vaciamiento de YPF a cabo de Suárez Mason y el Ente Autárquico del Mundial ’78 (EAM), el organismo que se creó para organizar el torneo y terminó gastando muchos millones más del presupuesto”, subraya.
Para que “Los negociados de la dictadura” les sirvan a los televidentes para conocer los orígenes de la abultada deuda externa, el capítulo avanza bajo la idea de que las negociados que se abordan no son casos puntuales o aislados. “La dictadura militar puso en marcha un plan que comenzó el mismo 2 de abril de 1976 con el primer discurso de Martínez de Hoz y siguió con la destrucción de la industria argentina y el aumento sideral de la deuda externa”, dice el también conductor. “Decir que los genocidas plasmaron un plan económico fraudulento no es una teoría conspirativa: hay documentos que acreditan que fue así. En la causa por la deuda externa, en la que el juez Ballesteros en el año 2000 dictaminó que hubo responsabilidad absoluta en la generación de la deuda externa de quienes manejaron el Estado en los últimos 25 años, se demostró que hubo una orden desde la dictadura a algunas empresas para que tomen deuda del Estado y luego las vuelquen al mercado financiero. Estas maniobras tuvieron dos claros objetivos: beneficiar a los que participan del negocio e incrementar la dependencia argentina en el mercado externo. No es casualidad que el gabinete de Martínez de Hoz estuviera compuesto por ejecutivos de bancos extranjeros”, agregó.
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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus