Agustín Laje Arrigoni/Especial para "La Nueva Provincia"
Un golpe contra nadie
Como en los anteriores 24 de marzo, los discursos tocarán inevitablemente la siempre presente cuestión de los terroristas desaparecidos, aunque sólo limitándose a denunciar aquellos casos producidos luego del "golpe" cuando, en rigor de verdad, la técnica de la desaparición fue implementada años antes por el gobierno constitucional.
En el día de la fecha se cumplen treinta y tres años del 24 de marzo de 1976 y, como es de esperar, los nostálgicos del terrorismo subversivo y las organizaciones que defienden sus derechos humanos (pero que ignoran los de sus víctimas), volverán a copar los medios de comunicación y serán las principales estrellas de la jornada.
En efecto, es de esperar que, fieles al manoseo histórico que vienen practicando desde hace años, en sus discursos y declaraciones omitan aspectos esenciales de lo ocurrido, imprescindibles para que cada argentino pueda elaborar su propio juicio de valor sobre un tema tan delicado.
En la presente nota presentamos algunas verdades que más de uno querrá silenciar.
AUSENCIA DE UN REVISIONISMO SERIOEn la presente nota presentamos algunas verdades que más de uno querrá silenciar.
Un golpe contra nadie
El absurdo de pretender que la tragedia de los `70 se inicia un 24 de marzo de 1976 no es otra cosa que la consecuencia de tantos años en ausencia de un revisionismo histórico serio y desideologizado.
En rigor, la descontextualización de los hechos constituye el arma mejor aprovechada por el setentismo contemporáneo para deformar nuestra historia reciente. El objeto no es otro que omitir las causas y difundir tan sólo los efectos (una verdad a medias es mentir dos veces).
Lo cierto es que antes del 24 de marzo de 1976, un conjunto de situaciones catastróficas (a la sazón, omitidas por los historietistas mediáticos) tenían lugar en la Argentina: las organizaciones terroristas que operaban desde la década del '60 se encontraban en su momento de mayor auge; el país era gobernado por Isabel Perón, una mujer de escasa formación académica y nula experiencia política que, en medio del caos y la anarquía reinante, tomaba licencias alegando problemas de salud y se la vinculaba en polémicos casos de corrupción; y como si todo esto fuera poco, la economía se derrumbaba mientras sus ministros se sucedían a un ritmo nunca antes visto.
Lo cierto es que antes del 24 de marzo de 1976, un conjunto de situaciones catastróficas (a la sazón, omitidas por los historietistas mediáticos) tenían lugar en la Argentina: las organizaciones terroristas que operaban desde la década del '60 se encontraban en su momento de mayor auge; el país era gobernado por Isabel Perón, una mujer de escasa formación académica y nula experiencia política que, en medio del caos y la anarquía reinante, tomaba licencias alegando problemas de salud y se la vinculaba en polémicos casos de corrupción; y como si todo esto fuera poco, la economía se derrumbaba mientras sus ministros se sucedían a un ritmo nunca antes visto.
En puridad, la República respiraba un verdadero vacío de poder que se reflejaba día a día en las expresiones de la desorientada clase política que, de a poco, iría abandonando el gobierno.
"La Argentina está viviendo una situación límite", ponía de manifiesto el senador Cerro ya en septiembre de 1974. "Realmente, frente a tanta violencia, tanta sangre, confieso que me estoy quedando sin palabras", admitía, a inicios de 1975, el senador Frúgoli.
"El país no puede transcurrir un minuto más en este desgobierno", agregaba el diputado Ferreira. Téngase en cuenta que las expresiones analizadas tenían lugar cuando todavía faltaban muchos meses para marzo de 1976.
Los diarios de la época también ponían de relieve esta extrema situación, incluyendo a la prensa extranjera que, sin disimular el asombro y la preocupación, describía a la perfección el clima de anarquía que vivía nuestro país.
El "Sunday Telegraph" , de Londres, por ejemplo, en su edición de agosto de 1975, informaba: "Con una inflación que pasó la barrera del sonido y una orgía de asesinatos, la Argentina se encamina hacia el punto de desintegración".
En extrema síntesis, así llegamos a los días previos del 24 de marzo de 1976 cuando la situación, lejos de mejorar, empeoraba cada día. A pesar del caos que sacudía al país, la clase gobernante seguía sin brindar solución alguna y se pronunciaba en todo momento desconcertada.
"¿Qué podemos hacer? Yo no tengo ninguna clase de respuesta", se sinceraba una semana antes del golpe el diputado Molinari. El diario "La Opinión" , del 19 de marzo, daba cuenta del alevoso accionar del terrorismo subversivo, titulando en su tapa "Un muerto cada cinco horas y un atentado cada tres", a la par que el izquierdista Américo Ghioldi pronunciaba frente a la prensa que "el gobierno, o mejor dicho el régimen, muestra signos de agotamiento. No pueden hacer nada ante el derrumbe monetario, la semiparálisis del aparato productivo y la inseguridad de vida".
"La Argentina está viviendo una situación límite", ponía de manifiesto el senador Cerro ya en septiembre de 1974. "Realmente, frente a tanta violencia, tanta sangre, confieso que me estoy quedando sin palabras", admitía, a inicios de 1975, el senador Frúgoli.
"El país no puede transcurrir un minuto más en este desgobierno", agregaba el diputado Ferreira. Téngase en cuenta que las expresiones analizadas tenían lugar cuando todavía faltaban muchos meses para marzo de 1976.
Los diarios de la época también ponían de relieve esta extrema situación, incluyendo a la prensa extranjera que, sin disimular el asombro y la preocupación, describía a la perfección el clima de anarquía que vivía nuestro país.
El "Sunday Telegraph" , de Londres, por ejemplo, en su edición de agosto de 1975, informaba: "Con una inflación que pasó la barrera del sonido y una orgía de asesinatos, la Argentina se encamina hacia el punto de desintegración".
En extrema síntesis, así llegamos a los días previos del 24 de marzo de 1976 cuando la situación, lejos de mejorar, empeoraba cada día. A pesar del caos que sacudía al país, la clase gobernante seguía sin brindar solución alguna y se pronunciaba en todo momento desconcertada.
"¿Qué podemos hacer? Yo no tengo ninguna clase de respuesta", se sinceraba una semana antes del golpe el diputado Molinari. El diario "La Opinión" , del 19 de marzo, daba cuenta del alevoso accionar del terrorismo subversivo, titulando en su tapa "Un muerto cada cinco horas y un atentado cada tres", a la par que el izquierdista Américo Ghioldi pronunciaba frente a la prensa que "el gobierno, o mejor dicho el régimen, muestra signos de agotamiento. No pueden hacer nada ante el derrumbe monetario, la semiparálisis del aparato productivo y la inseguridad de vida".
Lo cierto es que el gobierno de Isabel iba cayendo solo, sin la necesidad de que ninguna fuerza lo derribara, y ya el 21 de marzo el diario "Clarín" informaba: "Los legisladores que asistieron al Parlamento se dedicaron a retirar sus pertenencias".
Otro matutino agregaba: "No quedan ni los pungas en la zona del Congreso". Cuenta Juan B. Yofre, quien ha investigado a fondo estos sucesos, que "la gran mayoría de los legisladores vaciaron sus escritorios, carpetas y retiraron sus heladeras portátiles".
Es dable destacar la expresión utilizada por el secretario general de la CGT, Casildo Herreras, quien en medio de la anarquía se había exiliado a Montevideo en compañía de otros dirigentes. "Me borré", dijo ante periodistas.
Francisco Manrique, presidente del Partido Federal, cuando todavía ninguna fuerza militar había derrocado a Isabel, no sin razón sentenciaba: "Estamos asistiendo al sepelio de un gobierno muerto".
Otro matutino agregaba: "No quedan ni los pungas en la zona del Congreso". Cuenta Juan B. Yofre, quien ha investigado a fondo estos sucesos, que "la gran mayoría de los legisladores vaciaron sus escritorios, carpetas y retiraron sus heladeras portátiles".
Es dable destacar la expresión utilizada por el secretario general de la CGT, Casildo Herreras, quien en medio de la anarquía se había exiliado a Montevideo en compañía de otros dirigentes. "Me borré", dijo ante periodistas.
Francisco Manrique, presidente del Partido Federal, cuando todavía ninguna fuerza militar había derrocado a Isabel, no sin razón sentenciaba: "Estamos asistiendo al sepelio de un gobierno muerto".
El 24 de marzo de 1976 había llegado y las FF.AA, desplazando a lo que quedaba del gobierno peronista, se hacían cargo del país. Quizás el pronunciamiento más ilustrativo para completar este poco conocido panorama fue el del vicepresidente del justicialismo, Deolindo Felipe Bittel, que le gritaba al secretario de prensa de Isabel Perón: "Chau, papá, hasta mañana. Esto hay que festejarlo con champaña. Todo se ha disipado". Vale decir, los residuos del partido gobernante festejaban su propio derrocamiento.
En rigor de verdad, el golpe no había sido contra nadie, pues la clase política no sólo se había desentendido de la extrema situación que afrontaba el país sino que hasta había, en gran medida, desalojado voluntariamente el gobierno mucho antes de la intervención militar (no se trata de justificar este hecho sino promover un revisionismo serio).
Basta con recordar que Ricardo Balbín en aquellos días expresaba que "nunca fue tan fácil como en este momento para las Fuerzas Armadas tomar la Casa de Gobierno: porque no hay nadie en ella".
Los desaparecidos que desaparecieron de la memoriaBasta con recordar que Ricardo Balbín en aquellos días expresaba que "nunca fue tan fácil como en este momento para las Fuerzas Armadas tomar la Casa de Gobierno: porque no hay nadie en ella".
Como en los anteriores 24 de marzo, los discursos tocarán inevitablemente la siempre presente cuestión de los terroristas desaparecidos, aunque sólo limitándose a denunciar aquellos casos producidos luego del "golpe" cuando, en rigor de verdad, la técnica de la desaparición fue implementada años antes por el gobierno constitucional.
En efecto, el mismísimo informe de la Conadep contabilizó más de 750 casos de desaparición de personas durante el peronismo, registrándolos en el famoso libro Nunca Más (más citado por la izquierda que efectivamente leído).
Es dable, asimismo, destacar que los Montoneros, desde la revista Evita Montonera , ya en su número de marzo de 1975 denunciaban públicamente "un número indeterminado de secuestrados y desaparecidos".
En consecuencia a lo expuesto, cabe preguntarse: ¿por qué recordar sólo a los desaparecidos posteriores al 24 de marzo de 1976? ¿Deberíamos pensar que cuando un gobierno de signo constitucional comete tal aberración es legal y tolerable, mientras que cuando uno de facto la pone en práctica es ilegal y reprochable?
Derechohumanistas de hoy, procesistas de ayer
Es dable, asimismo, destacar que los Montoneros, desde la revista Evita Montonera , ya en su número de marzo de 1975 denunciaban públicamente "un número indeterminado de secuestrados y desaparecidos".
En consecuencia a lo expuesto, cabe preguntarse: ¿por qué recordar sólo a los desaparecidos posteriores al 24 de marzo de 1976? ¿Deberíamos pensar que cuando un gobierno de signo constitucional comete tal aberración es legal y tolerable, mientras que cuando uno de facto la pone en práctica es ilegal y reprochable?
Derechohumanistas de hoy, procesistas de ayer
Por más que en el presente muchas figuras públicas intenten ocultar a través de la santificadora bandera de los derechos humanos su adhesión al Proceso en otrora, existe documentación que compromete a más de uno.
Caso a destacar es el de quien fuera nada más ni nada menos que fiscal durante el famoso Juicio contra las Juntas Militares, el doctor Julio Strassera, siempre listo para llenarse la boca de derechos humanos frente a los medios de comunicación.
En rigor, este inefable personaje, desde 1976 hasta 1982 se desempeñó como fiscal y juez. En ambas condiciones juró por los Objetivos Básicos del Proceso, los Estatutos y sus Actas. ¿Por qué, en su momento, obligado por la función que ejercía, el doctor Strassera no denunció las desapariciones de personas que en el presente tanto dice lamentar?
Caso a destacar es el de quien fuera nada más ni nada menos que fiscal durante el famoso Juicio contra las Juntas Militares, el doctor Julio Strassera, siempre listo para llenarse la boca de derechos humanos frente a los medios de comunicación.
En rigor, este inefable personaje, desde 1976 hasta 1982 se desempeñó como fiscal y juez. En ambas condiciones juró por los Objetivos Básicos del Proceso, los Estatutos y sus Actas. ¿Por qué, en su momento, obligado por la función que ejercía, el doctor Strassera no denunció las desapariciones de personas que en el presente tanto dice lamentar?
El ex procesista, hoy emblema de la lucha por los derechos humanos y la democracia, Ernesto Sábato, también constituye un caso a citar. Si bien el reconocido escritor fue elegido presidente de la Conadep por el gobierno de Alfonsín y comenzó desde entonces a horrorizarse por las secuelas que dejó la guerra contra el terrorismo, años antes le expresaba a Videla que "el país necesitaba un baño de sangre para purificarse" y hasta se daba el lujo de compartir banquetes con el mismo presidente de facto.
"Le agradecí personalmente a Videla el golpe de Estado del 24 de marzo que salvó al país de la ignominia y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado la responsabilidad de gobierno", declaró ante la prensa a la salida de un almuerzo.
Por su parte, la familia Timerman, hoy tan comprometida con los derechos humanos, hace treinta y tres años recibía con euforia al gobierno de Videla a través del diario "La Opinión" (de Jacobo Timerman), poniendo de manifiesto que "si los argentinos, como se advierte en todos los sectores --aún dentro del ex oficialismo--, agradecen al gobierno militar no menos cierto es que también le agradecen la sobriedad con que actúan".
En consecuencia a todo lo expuesto, es dable señalar que ocultar el contexto en el que sucedieron los acontecimientos del 24 de marzo de 1976 no es otra cosa que promover un revisionismo maniqueo e ideologizado; luchar por los desaparecidos posteriores a la instauración del gobierno de facto y olvidar a los anteriores no es sino una de las tantas pruebas de que la memoria y la justicia no son los objetivos reales del setentismo; silenciar que, en su momento, la población no armada apoyó aquella gestión (incluidos muchos de los hoy abanderados de los derechos humanos) es lo mismo que despojarnos a la fuerza de nuestras responsabilidades que, como sociedad, tuvimos en los sucesos que hoy recordamos.
Por su parte, la familia Timerman, hoy tan comprometida con los derechos humanos, hace treinta y tres años recibía con euforia al gobierno de Videla a través del diario "La Opinión" (de Jacobo Timerman), poniendo de manifiesto que "si los argentinos, como se advierte en todos los sectores --aún dentro del ex oficialismo--, agradecen al gobierno militar no menos cierto es que también le agradecen la sobriedad con que actúan".
En consecuencia a todo lo expuesto, es dable señalar que ocultar el contexto en el que sucedieron los acontecimientos del 24 de marzo de 1976 no es otra cosa que promover un revisionismo maniqueo e ideologizado; luchar por los desaparecidos posteriores a la instauración del gobierno de facto y olvidar a los anteriores no es sino una de las tantas pruebas de que la memoria y la justicia no son los objetivos reales del setentismo; silenciar que, en su momento, la población no armada apoyó aquella gestión (incluidos muchos de los hoy abanderados de los derechos humanos) es lo mismo que despojarnos a la fuerza de nuestras responsabilidades que, como sociedad, tuvimos en los sucesos que hoy recordamos.
Alvaro: solamente estoy de acuerdo con vos en dos cosas.
ResponderEliminar1) Que fue el gobierno de Kirchner el que instauró la conmemoración de este día y según mi opinión, con intenciones puramente demagógicas.
2) Que ya había desaparacidos antes del golpe militar del 76 y durante el gobierno de Isabel Perón.
Ahora, en cuanto a frases tales como "los nostálgicos del terrorismo subversivo", que abundan en tu post; personalmente y seguramente muy subjetivmnete también, no te las permito.
Soy consciente que existió terrorismo de izquierda, pero también hubo terrorismo de estado. Y el segundo yo lo veo más imperdonable.
Por qué? Porque se asesinó sin juzgar, porque mataron y desaparecieron a gente que no era ni "terrorista", ni "subversiva", porque torturaron, porque crearon centros clandestinos de detención, porque mataron embarazadas, porque robaron chicos. Y la mayoría de esta gente que sufrió todos estos atropellos morales e injusticias, no eran "terroristas". La gran mayoría eran personas con ideas o ideales diferentes (de izquierda si querés) que estudiaba, que trabajaba en fábricas, que vivía en una villa, que era un cura tercermundista, etc. Y pagaron con su vida el hecho de pensar distinto al régimen imperante.
Y no hablo al pedo. Por eso tal vez peque de demasiado subjetiva.
En 1974 (gobierno de Isabelita) mataron ("mataron, acribillaron, asesinaron frente a un paredón") a mi hermano Pato, que tenía 20 años. En 1976, recién llegada la junta militar, desapareció mi hermana Lili, también de 20 años y es el día de hoy que lo que queda de mi famlia y yo estamos esperando que aparezcan sus restos y poder recuperarlos mediante la colaboración del Equipo de Antropología Forense a quienes les dimos muestras de ADN para "agilizar" el hallazgo. En 1977, exactamente el mismo día, desaparecieron mi cuñada Nori (esposa de mi otro hermano mayor, que tadavía nos preguntamos por qué milagrosamente sigue entre nosotros) y el hermano de Nori: Dany.
Familia destruída en menos de 4 años. Dolor genuino de mis padres y de los hermanos y familiares que quedamos. Mi infancia y adolescencia cercenada por la muerte.
Y como mi familia y yo, hay miles en este país que pasaron por lo mismo.
Perdoname, pero no podés darme a entender que formo parte de los nostálgicos del terrorismo subversivo o de los manipuladores de los derechos humanos.
Pensá en los que lo vivimos, los que lo sufrimos y en nuestros muertos, que valen tanto como cualquier otro.
un saludo respetuoso.
Laura.
Alvaro, podría decirse que tu nota está dividida en dos partes: una (la mayor) dedicada al preludio que desencadenaría el golpe el 24 de Marzo, y otra más breve a denigrar defensores de los derechos humanos supuestamente involucrados en actividades non santas (que al final ni siquiera eso resulta ser). El asunto es que ni lo uno ni lo otro tiene que ver con el fondo del asunto. Ni que el golpe era inevitable o no había nadie en la Rosada; ni el argumento de Strassera, Sábato y Timerman. Esto último porque así cualquiera de los tres, los tres, o muchos más hubiesen tenido actividades que los involucraran seriamente (y no tiradas de los pelos como vos hacés) eso no quita ni un ápice al terrorismo de estado. No por ello habrían dejado de existir los 30 mil desaparecidos , ni las torturas , ni el robo de criaturas , de identidad e incluso de propiedades.
ResponderEliminarDe la misma manera, tampoco el golpe de estado ante la ausencia de poder los habilitaba a cometer los crímenes de lesa humanidad que cometieron.... Concretamente, nada de lo que argumentás le quita o agrega algo a las atrocidades cometidas.
También noto que como "al pasar" hablás de los asesinatos anteriores (tripleA - Algunos están siendo juzgados) como llevados a cabo por el gobierno constitucional. No es así, el que eso se haya pergeñado desde el ministerio de B. Social junto a grupos de la ultra derecha ajenos al gobierno, no involucra a la totalidad de un gobierno donde la mayoría de sus integrantes estaban al margen de semejante cuestión...
Hay una curiosidad más, y solo lo planteo como eso, una curiosidad. En ese momento los grupos armados de la guerrilla no podían llegar a cuatro mil hombres. Bajo ningún punto de vista... ¿Cómo se llegó a matar a 30 mil personas?
En definitiva, el 24 de Marzo no se lo recuerda por la toma del poder ni por el posterior undimiento del país económicamente. Se lo recuerda para que nunca más desde el poder del estado se produzcan asesinatos a mansalva.
flipi
me comí una H "Hundimiento"
ResponderEliminarEl 24 de marzo de 1976 sí comenzó algo: la instauración del terrorismo de Estado sistematizado.
ResponderEliminarAlguna vez discutimos sobre este tema e insistís en llamar guerra lo que acá ocurrió. Guerra fue la guerra de Malvinas, que así se llama.
La dictadura militar no se llama guerra porque no lo fue.
Acá el estado se volvió asesino y delincuente.
Y todavía estamos superando, o tratando, lo que fue esa etapa horroroza de nuestro país.
Hoy estuve con unas amigas, y una contaba como le gustaría poder saber que pasó con su tío desaparecido y donde está su cuerpo.
Nunca mas!!!
No me siento despojada de una parte de la memoria, ni exenta de la lectura que como sociedad podemos hacer sobre la responsabilidad civil de lo que ocurrio el 24 de marzo de 1976.Hay un error conceptual grande en tu post, y es la palabra maniqueo.Ya que de alli emerge la teoria de los dos demonios que tanto daño hizo y sigue haciendo, tu post es una muestra de ello, a nuestra sociedad.Imposible comparar un Estado Genocida con el actuar de la guerrilla.
ResponderEliminarEs "horroroso" y no "horrorozo".
ResponderEliminarAlvaro:
ResponderEliminarEn realidad el articulo subido es de un "revisionismo maniqueo e ideologizado" tanto como el que dice criticar.
Salvo unos pocos parrafos que podrían tener algo de realidad, se basa mas en una visión defensora de un gobierno de facto que de una objetividad pura.
Si habría que hablar de donde proviene el golpe de Estado de 1976 no habría que ir muy lejos a buscar a los promotores de tal atrocidad. Sabiendo que el ERP para 1976 estaba totalmente desarticulado y arrasado por los militares en época de Isabelita, es muy dudosa la afirmación del artículo en donde dice que "las organizaciones terroristas que operaban desde la década del '60 se encontraban en su momento de mayor auge". Es una completa mentira, tal es asi que el ERP concluye sus acciones con la muerte de Mario Roberto Santucho el 19 de julio de 1976.
El articulo obvia que el tercer gobierno de Perón se basó en utilizar a los Montoneros como palanca para su vuelta, que Perón venia de la mano con Lopez Rega (aunque los peronistas siempre afirmaran que Perón era un viejo estupido que no sabía que "El Brujo" era de extrema derecha aunque por otro lado dicen que Perón era un genio y muy bicho ... algo ciertamente contradictorio), obvian el asesinato de Rucci lo cual catapultó la formación de la Triple A en donde Perón se ubica como uno de sus ideólogos, obvian el hecho que una vez muerto Perón el mismisimo Antonio Cafiero junto a Lopez Rega "recomendaron" a Isabelita nombrar como Jefe del Ejercito a Jorge Rafael Videla y darle piedra libre para salir a asesinar a quien quisiera, obvian que el peronismo catapultó el golpe de Estado del 76 por acción u omisión (mas por lo primero que por lo segundo).
Volviendo al tema, el articulo obvia decir que para 1976 las fuerzas guerrilleras se reducian a los Montoneros y que estos tenian aproximadamente 2000 personas en sus filas en todos sus estamentos, lo cual queire decir que no eran todos guerrilleros de armas en mano sino que solo la mitad (unos 1.000 guerrileros en total).
El informe de la CONADEP (una investigación que quitando el pasado dudoso de quienes formaron esta comisión, esta extensa, profunda y perfectamente documentada cuenta aproximadamente 8.000 desaparecidos durante el proceso). Llegado este punto habría que preguntarse porque toda la documentación que indica una fuerza de 2.000 personas en la guerrilla porque se hicieron desaparecer ese mismo numero multiplicado por 4.
Otra de las preguntas que no se hace este articulo es el por qué habiendo tomado el poder del Estado y con todas las armas legales no se juzgaron y encarcelaron estas 8.000 personas, cabría señalar que solo pudieron hacer esto para llevarse a cualquiera sin dar explicaciones sino 7.000 hoy estarían vivos.
Lo cierto es del articulo que se deforma el número y el tratamiento del tema por los autollamados "organismos de Derechos Humanos", ya que al hablar de 30.000 detenidos/desaparecidos se esta nombrando tanto a vivos como muertos. De los cuales corresponderían 9.000 personas perfectamente documentadas, entre 3.000 y 5.000 estimativas por no haber sido denunciadas en su momento como desaparecidos y el resto son detenidos tales como Menem, Kirchner, Bravo y muchos otros que quizás pudieron estar 5 minutos en una comisaria como 10 años en la carcel siendo torturado pero que hoy siguen vivos.
Es el unico punto discutible, pero me parece estupido llamar subersivo a todo muerto de esa época cuando mas del 70% de ellos fueron desaparecidos al voleo.
Saludos y como dice Alita "Nunca mas".
Bife
Recuerdo en los 70 en los primeros años de secundaria, no tendríamos más de 15 o 16 años, ingresaron del CES o FES no recuerdo bien si era Centro o Frente de Estudiantes Secundarios. A la distancia recuerdo cómo nos lavaron la cabeza con las charlas que nos daban, autorizadas por el Colegio…como era humanista y de curas. Pues hoy de los 25 compañeros y amigos de aula 7 no están más …murieron en la selva Tucumana con apenas 16 o 17 años. Les lavaron la cabeza ..los usaron …los mandaron a morir ..mientras otros se daban y se dan la gran vida. Yo perfectamente podría haber sido uno de ellos. Conocí personalmente a Galimberti, Abal Medina y a Fischer que ahora es K y esta en Santa Fe… (Si con 15 16 años )participe de situaciones donde se puso jodida la cosa…hasta un punto que no se porque razón algo hizo que diera un cambio radical. Esa tarde había orden de allanamiento a mi casa ( yo prestaba la maquina de escribir..recuerdo era particular porque era electrica y no habiá muchas en santiago). Alguien llamo a mi Padre avisando de todo esto ..inmediatamente tuvimos que quemar el poster que tenia del Che..las revistas Estrella Roja y algunos libros más. Antes un amigo habia quedado preso por un quilombo que hicimos en un Colegio de monjas…así que pasaba hablando fuerte..ya que su celda tenia una ventana que daba a la calle. Alli me pidio que sacara las armas de su casa…Así que fui por los techos …es vecino a 4 casas de la mia, ingrese saque las armas, las puse en unas bolsas de plástico y mientras salía por el techo de su casa observaba a dos unimog del ejercito que llegaban a la casa de mi amigo. Llegue agitado a mi casa y guarde las armas bajo tierra, aun permanecen allí.
ResponderEliminarTodo mi acompañamiento a las personas que perdieron a sus seres queridos, que no son los que están lucrando hoy con sus muertos queridos…ellos los conversos, los K ellos sí….. que los usan de bandera.
Mientras los 24 de marzo se recuerde una parte de la historia, una parte que no ha sido contada con veracidad, el pueblo argentino, seguirá siendo rehén de la impunidad que tomó nuestro país. Una impunidad donde los terroristas se visten con las ropas de sus víctimas, reclaman sus DDHH y reescriben la historia.Y los recientes conversos como K y compañía. Por eso, mientras más seamos, mientras más contemos la Verdad, más cerca estaremos de terminar con la inmoralidad que rodea el tratamiento de nuestra historia reciente.
ALVARO LEIVA
alvaro, jate de oder. KK no es ningun converso
ResponderEliminarcompro el logo de las madres de plaza de mayo, para tapar la eutanasia de su etapa de exterminio.
pero es la tercera y cuarta estrategia de cipayismo.
terrorismo hubo del ESTADO, lo demas fue EFECTO
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yo lei el libro nunca mas , buscando a MI PARNA , ELLA NO ESTABA EN LOS 8900 CASOS . Y NO HACIAMOS GUERRILLAS . ESTABAMOS EN CONTRA , VENDIAMOS EL DIARIO AVANZADA SOCIALISTA A LA SALIDA DE LAS FABRICAS DE TABACO
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AYER HUBO UN ESCANDALO EN GRAL PICO, DE DONDE ERA ELLA , DESPUES ME INFORMARE
PRESENTARE FOTOS
CHELA ERA #3 EN EL PST
aunque un 50 % es verdad ,para su caldo de cultivo . lo refuto en sus omisiones
ResponderEliminarla tragedia del 24/3/76 se inicia cuando la legisladora ,postula la formula peron - peron
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arrigoni excluye al TERRORISMO DE ESTADO, y lo tergiversa de mala fe
fue gestado desde el ministerio de BIENESTAR SOCIAL,siempre se creyo que fue LOPEZ REGA , pero los documentos que estan en la REPATRIACION del BRUJO, (tribunal en miami, ex amigo mio hizo la nota periodistica para radio mitre , quedo establecido que fue el concubino de su hija , el gestor de las AAA)
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ISABEL, no tenia formacion academica .
era COPERA , en piringundin de PANAMA
al DEPUESTO, le sedujo su credulidad , y no sabia leer ante las camaras de tv, podria arriesgar que era incapaz de hacer una o con una taza
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es cierto que se respiraba vacio de poder ,ESO ES ACEFALIA , (similar a hoy), no es anarquia ;desde el comentario de FERREIRA , al 24/3 , faltaba la cocinada , de los PULPITAZOS ECLESIALES , (que los milicos son todo orejas )donde se reclamaba una LEY DE EXTERMINIO.
los congresistas cafiero y ruckauff la firmaron junto a la AUGUSTA LUPANARA , ya no era necesario que continuara de PRESI CONSTITUCIONAL, el trabajo sucio ya estaba en marcha .
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lo que arrigoni nombra como orgias de asesinatos , dando a la confusion de ser los montos -erp, es UNA TURRADA HISTORICA ,
(en mi concepto, turrada es el mayor DICTAMEN OFENSIVO )y bien lo explica FLIPI, de que el ERP, fue vencido por sus credulidades . en la fecha establecida , y no fue copando cuarteles , estaba jugando un partido de futbol en parque saavedra . lo acribillaron sin defensa .
los montos tenian una contradiccion , se decian de izquierda ,pero obedientes a peron , abrieron los ojos el 1 de mayo de 1974
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lo que dijo americo ghioldien 1975 ,se puede ver hoy con el pinguino . el peronismo en si es autodestituyente , y el militar es el concubino
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lo de casildo fue de antologia
tan prepotente en la CGT, (ideologo )se borra
nunca mas se supo de EL, ni cuando murio
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el 24/3/76 fue la copulacion del peronismo-
con los procecistas , solo estuvieron 7 años y dejaron leyes de impunidad y costumbres en el congreso
se llevaron las heladeras , pero todo show ,ellos se quedaron para dar legalidad y despues decir , LA RESISTENCIA PERONISTA
Alvaro decís que personas como vos cuentan la Verdad....en todo caso es tu verdad.
ResponderEliminarPara mi lo que tiene que quedar fuera de toda discusión para empezar a hablar de verdad, es repudiar la dictadura del 76 al 83.