Raimundo Ongaro
Desde 1966, exceptuando los períodos de gobiernos militares, Raimundo Ongaro está entronado en la cúpula de la Federación Gráfica Bonaerense. Sin dudas, Ongaro usufructúa su pasado combativo y figuras como las del Che Guevara para perpetuarse en la dirección sindical y, desde allí, garantizar la explotación de los trabajadores gráficos, cuyo salario mínimo de convenio no alcanza los $1.500. Algunos “hitos” en la historia de este burócrata, y de los que vive actualmente, fueron la fundación, en 1968, de la CGT de los argentinos (aquella central alternativa a los participacionistas de Vandor y los peronistas ortodoxos de las 62 organizaciones de Rucci); la participación en “El Cordobazo”; y la creación de la Coordinadora de Gremios, Comisiones Internas y Fábricas en Conflicto en 1974, que intervino en las grandes huelgas de la época. Además, estuvo encarcelado en varias oportunidades hasta que partió al exilio. Sin embargo, el patriarca sindical no se ruborizó cuando apoyó al peronista Menem en las elecciones del 89. Tampoco, cuando se opuso a las marchas contra los indultos, ya que consideraba que “no es momento de agitación irresponsable para fabricar una expresión opositora” al menemismo. Sobre la base del fraude y la persecución de los obreros opositores a su reinado, la Lista Verde del octogenario Ongaro se impuso, por enésima vez, en abril de 2008 para seguir entregando y encorsetando a los trabajadores gráficos. Nunca apoyó lucha obrera alguna, ni siquiera dentro de su propio gremio. Así, lo encontramos jugando un papel propatronal en conflictos que van desde el cierre de una planta de la Editorial Atlántida hasta el actual en Indugraf, incluyendo la promoción de los retiros voluntarios acordados con la empresa. Como vemos, enarbolando viejas banderas, este burócrata sindical se atornilla en su trono en desmedro de los trabajadores gráficos.
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Alberto Piccinini
Alberto Piccinini es el actual secretario general de la seccional de Villa Constitución de la Unión Obrera Metalúrgica, enrolada en la CTA. En septiembre del pasado año se impuso ante la burocracia celeste y blanca de Paulón, de la que Piccinini mismo formaba parte, siendo el secretario adjunto del sindicato. Este burócrata sabe utilizar su historial sindical, como su participación en el Villazo, en la Coordinadora de Gremios, Comisiones Internas y Fábricas en Conflicto de 1974, su codeo con dirigentes obreros de la talla de Tosco y sus días en prisión en plena dictadura, como así también sus referencias a la lucha de clases que dice promover y su arenga para “seguir luchando por una sociedad mejor”. A tal punto adopta una pose combativa y clasista que su agrupación, la Lista Roja , fue bautizada “Agustín Tosco”. Desde su reciente elección, no demoró en entregar a los trabajadores, pisoteando sus promesas de campaña. “No estamos de acuerdo con que bajen los salarios”, “Hay gente que se le ocurre proponer la rebaja de sueldos como forma de solucionar este tema”, expresó en pleno conflicto en la autopartista Paraná Metal, para acordar, luego, un recorte salarial del 30% para los obreros de la fábrica y ningún aumento de sueldos hasta 2010.(1) Acuerdo que fue presentado como un triunfo por este burócrata, que no ve en nada afectado su patrimonio, declarado, de más de 150 mil pesos. Además, frente a las muertes de obreros, como ocurrió en Acindar(2), el dirigente villense continúa llamando a los trabajadores a confiar en las comisiones de seguridad mixtas impulsadas por el ministerio de trabajo local y promovidas por la patronal, es decir, pide confiar en los propios verdugos. Pese a su discurso antipatronal, Piccinini siempre estuvo y está abrazado con la burguesía argentina. Por eso, como otros tantos dirigentes de la CTA , fue diputado de la nación por el ARI de Elisa Carrió y organizó un acto junto al empresario agrario Eduardo Buzzi. Una muestra más de que el secretario general de la UOM de Villa Constitución, es parte integrante de la burocracia sindical argentina. ... NOTAS: 1) Ver “Ternium Siderar y Paraná Metal: Los acuerdos contra la clase obrera”, en ER N°43, enero/febrero de 2009. 2) En febrero de 2008 dos obreros contratados murieron y ocho resultaron heridos mientras trabajaban en un horno de la empresa. Este es el caso más renombrado, pero de ninguna manera, el único en la jurisdicción de la UOM villense. Ver “Acindar, otro crimen capitalista”, en ER N°33, marzo de 2008. Para pedir suscripción, dar de baja, solicitar la versión en PDF o para contactarse con nosotros, escríbanos a otr_elrevolucionario@yahoo.com.ar O.T.R.
Desde 1966, exceptuando los períodos de gobiernos militares, Raimundo Ongaro está entronado en la cúpula de la Federación Gráfica Bonaerense. Sin dudas, Ongaro usufructúa su pasado combativo y figuras como las del Che Guevara para perpetuarse en la dirección sindical y, desde allí, garantizar la explotación de los trabajadores gráficos, cuyo salario mínimo de convenio no alcanza los $1.500. Algunos “hitos” en la historia de este burócrata, y de los que vive actualmente, fueron la fundación, en 1968, de la CGT de los argentinos (aquella central alternativa a los participacionistas de Vandor y los peronistas ortodoxos de las 62 organizaciones de Rucci); la participación en “El Cordobazo”; y la creación de la Coordinadora de Gremios, Comisiones Internas y Fábricas en Conflicto en 1974, que intervino en las grandes huelgas de la época. Además, estuvo encarcelado en varias oportunidades hasta que partió al exilio. Sin embargo, el patriarca sindical no se ruborizó cuando apoyó al peronista Menem en las elecciones del 89. Tampoco, cuando se opuso a las marchas contra los indultos, ya que consideraba que “no es momento de agitación irresponsable para fabricar una expresión opositora” al menemismo. Sobre la base del fraude y la persecución de los obreros opositores a su reinado, la Lista Verde del octogenario Ongaro se impuso, por enésima vez, en abril de 2008 para seguir entregando y encorsetando a los trabajadores gráficos. Nunca apoyó lucha obrera alguna, ni siquiera dentro de su propio gremio. Así, lo encontramos jugando un papel propatronal en conflictos que van desde el cierre de una planta de la Editorial Atlántida hasta el actual en Indugraf, incluyendo la promoción de los retiros voluntarios acordados con la empresa. Como vemos, enarbolando viejas banderas, este burócrata sindical se atornilla en su trono en desmedro de los trabajadores gráficos.
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Alberto Piccinini
Alberto Piccinini es el actual secretario general de la seccional de Villa Constitución de la Unión Obrera Metalúrgica, enrolada en la CTA. En septiembre del pasado año se impuso ante la burocracia celeste y blanca de Paulón, de la que Piccinini mismo formaba parte, siendo el secretario adjunto del sindicato. Este burócrata sabe utilizar su historial sindical, como su participación en el Villazo, en la Coordinadora de Gremios, Comisiones Internas y Fábricas en Conflicto de 1974, su codeo con dirigentes obreros de la talla de Tosco y sus días en prisión en plena dictadura, como así también sus referencias a la lucha de clases que dice promover y su arenga para “seguir luchando por una sociedad mejor”. A tal punto adopta una pose combativa y clasista que su agrupación, la Lista Roja , fue bautizada “Agustín Tosco”. Desde su reciente elección, no demoró en entregar a los trabajadores, pisoteando sus promesas de campaña. “No estamos de acuerdo con que bajen los salarios”, “Hay gente que se le ocurre proponer la rebaja de sueldos como forma de solucionar este tema”, expresó en pleno conflicto en la autopartista Paraná Metal, para acordar, luego, un recorte salarial del 30% para los obreros de la fábrica y ningún aumento de sueldos hasta 2010.(1) Acuerdo que fue presentado como un triunfo por este burócrata, que no ve en nada afectado su patrimonio, declarado, de más de 150 mil pesos. Además, frente a las muertes de obreros, como ocurrió en Acindar(2), el dirigente villense continúa llamando a los trabajadores a confiar en las comisiones de seguridad mixtas impulsadas por el ministerio de trabajo local y promovidas por la patronal, es decir, pide confiar en los propios verdugos. Pese a su discurso antipatronal, Piccinini siempre estuvo y está abrazado con la burguesía argentina. Por eso, como otros tantos dirigentes de la CTA , fue diputado de la nación por el ARI de Elisa Carrió y organizó un acto junto al empresario agrario Eduardo Buzzi. Una muestra más de que el secretario general de la UOM de Villa Constitución, es parte integrante de la burocracia sindical argentina. ... NOTAS: 1) Ver “Ternium Siderar y Paraná Metal: Los acuerdos contra la clase obrera”, en ER N°43, enero/febrero de 2009. 2) En febrero de 2008 dos obreros contratados murieron y ocho resultaron heridos mientras trabajaban en un horno de la empresa. Este es el caso más renombrado, pero de ninguna manera, el único en la jurisdicción de la UOM villense. Ver “Acindar, otro crimen capitalista”, en ER N°33, marzo de 2008. Para pedir suscripción, dar de baja, solicitar la versión en PDF o para contactarse con nosotros, escríbanos a otr_elrevolucionario@yahoo.com.ar O.T.R.
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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus