Mi viejo del corazón
El destino predijo la unión,
vos buscabas la herencia
y al ritmo de los años, y la paciencia,
amoldaste mi razón.
Yo, una balsa a deriva,
unas maderas flotando
en el mar de la vida.
Un potrillo cabalgando,
en huida, y desbocado.
Con astucia y paciencia
con displicente sapiencia
me pusiste tu recado.
Como una miga de pan
me moldeaste con tus manos,
me enseñaste vicios sanos
que me acompañaran.
Un oficio, el de buena gente,
sus astucias y gambetas,
la amarga radicheta,
y ese Tango de zaguán.
Tango cómplice de viajes
testigo de charlas, confesiones.
Y las sabias vibraciones
que mi vida guiaran.
Otro vicio el de
y sus cuatro antifaces,
esos curiosos compases
que algún día la alcanzaran.
Hoy me miro en el espejo
y solo veo tu enseñanza
hecho a imagen y semejanza
de tu calido reflejo.
Desde que uso la razón
atesoro tus consejos,
sos mi guía entre la niebla
sos la luz en las tinieblas,
sos el faro a lo lejos,
sos mi viejo
del corazón.
ESCRIBIS EN COMPAS DETANGO
ResponderEliminarSE TE LEE Y SE TE PUEDE BAILAR