Decidió que él no iba a obedecer órdenes de nadie, que ninguna persona le iba a decir lo que tenía que hacer. Tampoco para ganarse el pan. Eso no era para él. Era para personas que no deciden sobre su vida. Pero no para él.
Cuando tuvo un empleado, hizo lo que pensaba. Ese tipo vivía del sueldo que él le pagaba y por lo tanto, tenía que hacer lo qué él quisiera. Eran las reglas del juego: la ley del más fuerte. Y el más fuerte es el que paga. Así son las cosas…
Cuando tuvo un empleado, hizo lo que pensaba. Ese tipo vivía del sueldo que él le pagaba y por lo tanto, tenía que hacer lo qué él quisiera. Eran las reglas del juego: la ley del más fuerte. Y el más fuerte es el que paga. Así son las cosas…
Ale, la mayor parte de mi vida trabajé independientemente...A veces con más o menos empleados, pero nunca eso me significó un paso hacia el mal trato o la explotación del otro (tal vez por eso no tenga plata). Creo que "la forma" en que se está de uno u otro lado depende más de las personas que de esa situación en si misma. Un beso.
ResponderEliminarflipi.
Totalmente de acuerdo con lo que decís Flipi. Este mini escrito intenta describir una persona que conozco y que así se planta en su vida. Me hizo pensar cómo esa necesidad de independencia que parece tan buena, puede esconder un enorme deseo de ser un amo más.
ResponderEliminarA lo mejor alguna vez, esta introducción se pueda convertir en algo más...un cuento o algo así. Un beso
Alitasol, a veces pienso que todos tenemos un amo dentro...y me haria muy feliz que el posible cuento lo escribieses vos, besos
ResponderEliminarDjuna, también el escrito tiene la intención de decir algo sobre eso...Y gracias por tus ganas de leerlo. Besos
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