"El Sabio actúa sin acción, dice sin hablar. Lleva en sí todas las cosas en busca de
Qué maravillosa y profunda frase del Tao Te King. Frase que nos lleva a ver que el Verdadero Dar desinteresado es aquel que no espera nada a cambio. Ni siquiera una respuesta. Sólo el Dar se sostiene en
Si revisamos un momento nuestra vida, nos daremos cuenta de que estamos atados a una cadena de esperas. Yo espero que mi vecino haga esto, entonces yo haré lo otro. Yo espero que mi amigo venga a pedirme perdón, entonces lo perdonaré. Yo espero que mi compañero de trabajo cumpla con su tarea, entonces yo haré mi parte. Muchas veces hasta espero algo que ni siquiera la otra persona sabe que estoy esperando. Y me enojo, y espero luego enojado, hasta que en un momento la espera estalla, y pide y exige lo que quiere. Pero aun así difícilmente estaré conforme con lo que he pedido. Seguramente diré: “Ahora me lo da porque lo he forzado...”
Resumiendo: Espero que me suceda tal cosa, porque si me sucede, entonces seré feliz. Lo pequeño refleja lo grande y lo grande lo pequeño, en definitiva espero que el Universo, Dios, me de lo que necesito. Esto no es negativo pero se vuelve negativo cuando la espera se hace pasiva y lineal. Es decir, muchas veces ni siquiera hago el esfuerzo para pedir. Ni siquiera hago un esfuerzo por tener en claro qué es lo que verdaderamente necesito. Pero espero que alguien más lo haga por mí...En definitiva, cuando espero que mi vecino, mi amigo, mi compañero de trabajo haga esto o aquello, sólo estoy reflejado la espera profunda en la que se encuentra mi Espíritu. No se qué es lo que me dará la felicidad, paz y plenitud, no lo se y lo proyecto en pequeñas y grandes situaciones de la vida cotidiana. Así difícilmente encontraré
A menudo la sensación de insatisfacción es cómoda, ya que me mantiene en una pasividad. En una no responsabilidad de mi vida. La espera me quita de la responsabilidad de que soy YO el que debe dar el paso hacia la felicidad. Soy Yo el que debe dar un paso hacia la reconciliación, el perdón. ¿Por qué? porque soy Yo el que está viéndolo, el que tiene
Ahora, ¿cómo salir de esta cadena incomoda y cómoda a la vez, de la espera? No reclamando nada, no esperando nada. Siendo como niños que para ellos todo es impredecible. Todo es nuevo y mágico. Todo los sorprende, y todo lo reciben en constante gratitud. Debemos sostener nuestro crecimiento por nosotros mismos, siendo concientes de que nuestra vida es nuestra responsabilidad. Que nuestro crecimiento Espiritual está en nuestras manos, y en nuestras manos está la posibilidad de realizar buenas acciones, ofreciendo el Corazón. Como dijo el Gran Maestro: “Poniendo la segunda mejilla”.
No es simple, muchas veces las justificaciones nos empañan la visión y nos ahorran el trabajo de hacer el esfuerzo por estar mejor. Pero he aquí la verdad: Puedo aparentar estar conforme; puede mi mente estar satisfecha con sus razonamientos y reflexiones, pero mi Espíritu sabe y siempre estará esperando
Fuentes: Nancy Erica Ortiz-Editora de Caminos al Ser - Creadora del curso "Los Niños de Hoy",Silvia Ruiz,Grupo Calidad de Vida
Me ha encantado el texto y lo cierto es que tiene mucha razón.
ResponderEliminarUn saludo
Excelente artículo, Alvaro.
ResponderEliminarDar sin esperar... No es tan difícil!!!
Muy buen articulo Alvaro!!!segui asi,superandote!!saludos,aguila59
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