Cada atardecer, un muchacho recorría la playa arrojando
al agua las estrellas de mar abandonas en la arena
por la marea baja.
Sabía que al día siguiente, con los rayos de sol,
las estrellas morirían inexorablemente.
Un anciano pescador que vivía a metros de la playa,
Un anciano pescador que vivía a metros de la playa,
contemplaba al
muchacho día tras día cumplir
con la tarea de devolver las estrellas del
mar.
Una tarde decidió hablarle:
- No entiendo por qué gastas tus
energías en esta tarea inútil.
Hay kilómetros de playa donde todos los
días
las estrellas de mar agonizan y mueren.
Tu esfuerzo no marcará
ninguna diferencia.
El muchacho miró al anciano a los ojos ,
tomó una estrella, la arrojó al agua y dijo:
-¿No cree que para esta estrella sí habré marcado la diferencia?...
-¿No cree que para esta estrella sí habré marcado la diferencia?...
Autor desconocido.
Lo había leído pero esta bueno releer estas cosas,un abrazo grande,grande!!!!!
ResponderEliminarHola querida amiga Lau,
ResponderEliminarEs con mucho gusto que he vuelto a leerlo.No viene mal recordar que cada granito de arena cuenta.Y que es con la excusa del pescador que el mundo sigue así de feo.
Con mis deseos e que tengas una muy buena semana besos y un fuerte abrazo.
Lo poco, por pequeño que sea, siempre es mejor que nada.
ResponderEliminarBuena semana
Precioso!! Y real cómo la vida misma!! Sólo puede haber cambio si parte de nosotros mismos!! Saludos!!
ResponderEliminarMyuyn lindo y cierto a la vez.Estamos acostumbrados a no valorar esas pequeñas cosas del dia a dia que mientras para nosotros son algo sin valor alguno , para otros son vitales...Un beso fuerte, guapa
ResponderEliminarHola Lau,lo conocía!y has hecho muy bien en publicarlo......es hermoso y siempre.....;en los diferentes nos encontramos los iguales,poniendo nuestros granos de arena a diario!!!dónde mejor podamos y siempre siendo fieles a nosotros mismos y a nuestra esencia!!!!
ResponderEliminarQue tengas una bonita tarde!!!!
Abrazos.
Ambar...
Paso para dejarte un saludo fraterno, para decirte gracias por tu apoyo a mis Blogs por si no lees el mensaje en Bitácoras.
ResponderEliminarMe ha encantado el texto, Lau! Esa misma moraleja me gusta aplicarla cuando ayudo a los demás, lo importante que puede llegar a ser esa ayuda para otras personas.
ResponderEliminarAbrazos!
¡Muy bonito!
ResponderEliminarBesos
Las estrellas de mar tienen algo único, su parecido (entre comillas, salvando las distancias, claro está ... :P) con las otras estrellas. A partir de ahí, el relato se vuelve ... místico.
ResponderEliminarSaludos,
Muy bonito!!
ResponderEliminarUn poco si es de manera constante se combinarte en mucho!!
Y siempre habrá alguien que nos lo agradecerá!!.
No lo había leído.
Saludos!! Lau.