Me enseñaste a ser mujer,
a sentir sin límites
entre los leños de tus labios
y los candados de tu ternura.
Me enseñaste a ser mujer...
con la soltura del viento,
la libertad del océano y
una lejanía invisible
que me mantiene siempre cerca.
Me enseñaste a ser mujer...
amando tu mirada trasgresora,
tus dudas y tus celos,
tus silencios y tus deseos
que danzan con los míos.
Me enseñaste a ser mujer...
hombre de caminar seguro y seductor,
manos cálidas,
con ese calor fecundo, sensual y mágico
azotando milagrosamente mis sentidos
desde la piel a las entrañas.
Me enseñaste a ser mujer....
pués nuestros corazones
unidos en un solo latido...
laten amor,
laten rítmicamente...
con la fuerza que le da tu querer y el mío...
con el valor de las palabras y los silencios,
con el compromiso que conlleva
lo puro, lo noble y lo infinito.
grafu
Whou que belleza es ara nobel. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias por tu lectura y qué bueno que te haya gustado!!!!!!!!
ResponderEliminarun abrazo
grafu
Tantos horizontes, tanta distancia, tanto acaparado para un mismo sentimiento tan bien reflejado.
ResponderEliminarMuy bueno.
Gracias Adrián...me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminarun abrazo
grafu