Desde muy pequeña había despertado una obsesión por la lluvia. Había vuelto locas a mamá y a las abuelas con sus preguntas. Y a papá con su manía de salir a chapotear en la lluva sin importarle si era invierno o verano. Así, más de una vez, terminó con fiebre y en la cama.
Mamá rezongaba: " la lluvia la vuelve indomable". Papá gritaba: "no puede ser que salgas como loca cuando llueve".
A ella no le importaba. La lluvia era su amiga.
A los diez años, descubrió el encantamiento de la lluvia... A los diez años, dejó de ser "normal", a los ojos de los demás.
Cada vez que llovía, parecía poseída por algún espíritu del agua. Algo la tiraba fuerte hacia la lluvia. Y su ser se transformaba.
Mamá, que era pintora, decía que en la lluvia, Marina, estaba en la zona....
Papá, que era un hombre de negocios, no alcanzaba a entender ese extraño ser que parecía posesionarse de su chiquita, y entraba en crisis de desesperación.
En la lluvia... En la lluvia Marina tenía su propio mundo.
Marina tenía alma de artista... alma de agua.
José, conocía a Marina desde el jardín. Para él, la lluvia era la razón por la cual no lo dejaban salir a jugar al patio. El odioso motivo por el cual no podía ir a la plaza a jugar en la canchita con los chicos.
José no entendía que Marina adorase la lluvia. Las otras chicas la odiaban, porque no respetaba sus peinados ni sus vestiditos.
José y Marina, vivían a la vuelta de la esquina, y por alguna extraña razón, se habían hecho muy amigos.
Ella le ayudaba con las cosas que le costaban en la escuela y él la defendía cuando los demás decían que estaba loca o que era rara. Aunque en el fondo, José, pensaba que Marina sí era rara, y que si no lo era, algún tornillo le faltaba.
Mamá rezongaba: " la lluvia la vuelve indomable". Papá gritaba: "no puede ser que salgas como loca cuando llueve".
A ella no le importaba. La lluvia era su amiga.
A los diez años, descubrió el encantamiento de la lluvia... A los diez años, dejó de ser "normal", a los ojos de los demás.
Cada vez que llovía, parecía poseída por algún espíritu del agua. Algo la tiraba fuerte hacia la lluvia. Y su ser se transformaba.
Mamá, que era pintora, decía que en la lluvia, Marina, estaba en la zona....
Papá, que era un hombre de negocios, no alcanzaba a entender ese extraño ser que parecía posesionarse de su chiquita, y entraba en crisis de desesperación.
En la lluvia... En la lluvia Marina tenía su propio mundo.
Marina tenía alma de artista... alma de agua.
José, conocía a Marina desde el jardín. Para él, la lluvia era la razón por la cual no lo dejaban salir a jugar al patio. El odioso motivo por el cual no podía ir a la plaza a jugar en la canchita con los chicos.
José no entendía que Marina adorase la lluvia. Las otras chicas la odiaban, porque no respetaba sus peinados ni sus vestiditos.
José y Marina, vivían a la vuelta de la esquina, y por alguna extraña razón, se habían hecho muy amigos.
Ella le ayudaba con las cosas que le costaban en la escuela y él la defendía cuando los demás decían que estaba loca o que era rara. Aunque en el fondo, José, pensaba que Marina sí era rara, y que si no lo era, algún tornillo le faltaba.
Andre...,me has hecho volver a mi infancia!,yo me calzaba las botas de goma "negras Pampero",y me metía en todo charco,zanja o lo que fuere con agua!!me encanta la lluvia!,y,tus cuentos y relatos siempre me conectan con sentimientos y sensaciones muy bellas de mi vida!!!!!gracias por eso!!!!
ResponderEliminarQue tengas el mejor día y el mejor inicio de semana!!!!!!
Ambar...
Hola Ambar.
ResponderEliminarMe tardé en responderte, pero acá está la respuesta al fin.
Agradezco todos tus comentarios y tus vivencias, que dejás colar en ellos.
Un beso grande y a disfrutar de la lluvia!!!
Andrea
Andre,sos vos la que me mueve los sentimientos y entonces desde ahí me conecto con mis propias vivencias y mi infancia!!!gracias por esto!!
ResponderEliminarEscribís maravillosamente bien!!!
Siempre estás tan bien plantada que me impresiona!
Besos,y no importa lo que tardes en responder siempre son sabias tus respuestas.
Que tengas el mejor finde linda!
Ambar...
Andrea: Excelente tu relato!!! (como ya gratamente nos tenés acostumbrados...)
ResponderEliminarEspero ansiosa la continuación del mismo.
Para cuando "En la lluvia 2" ???
No nos dejes con la incógnita de saber más de Marina!!! Ni de José!!! Ni de la relación entre ambos!!
Un beso grande y seguí deleitándonos con tus maravillosos escritos!!
Lau.
Hola Chicas...
ResponderEliminarA Ambarina un besote... Ahhh te vi chapoteando por ahí y me encantó!!!
Lau, gracias. En breve, tengo que ponerme a escribirlo, las imágenes, te diré que ya las tengo elegidas... Y veremos como sigue la historia.
Les mando besos, me voy a duchar y a salir, otra vez!!!
Te tomo la palabra, Andrea!!!
ResponderEliminarY que disfrutes de tu salida!!!
Besos.
Lau.
Shhhhhhhhh Andre(no levantes la perdíz) que se supone estoy engripada!!!,si me ven chapoteando sácate!!!,me tengo que volver a la cama!!!,jajajajaja.
ResponderEliminarBesos linda.
Ambar...
Muy bello relato...será que la lluvia tiene magia???...cuando era chica tambien chapoteaba y me salpicaba...pisaba los charcos a proposito y mi mama se ponia loca....de grande su sonido y perfume me transportan...la lluvia puede crear el mas hermoso paisaje.
ResponderEliminarMe gustó mucho leerte. Un beso grande
grafu