Por estas horas se da en el Congreso de la Nación y en la sociedad argentinoide un verdadero dilema: aceptar el matrimonio gay o no.
Por un lado tenemos a la Iglesia secundada por sus fieles que aducen todas sus opiniones propias del siglo I, como ser "los gays son depravados", por supuesto que esta opinión se potencia los domingos durante la misa ofrecida por algún sacerdote pedófilo que acusa de depravado a otros y que representa a una institución que en toda su historia solo se ha dedicado a cometer genocidios o ser complice de quienes los cometen, pero según su punto de vista los "depravados" son los que se encierran en un dormitorio sin molestar a nadie y tienen sexo con personas de su mismo genero.
Por otro lado están los amantes del "liberalismo en lata de conserva" que pretenden hacerse los liberales y darle a la comunidad homosexual el beneficio de contraer matrimonio pero quitarle la denominación de "matrimonio". Algunos mas intelectualoides dicen que no se podría llamar "matrimonio" por el origen de la palabra en si misma que proviene del latín "matri monium" y significa que la mujer adquiere el derecho a concebir hijos de manera legal.
Lo cierto es que a nuestros congresistas les parece mas importante la vida privada de un homosexual que las cosas realmente importantes como ser: el vaciamiento del ANSES (cajas de jubilaciones y pensiones del Estado), el vaciamiento del Banco Central, la inflación, la pobreza, la inseguridad, etc.
El hecho concreto es que se pretende que los homosexuales no puedan acceder al mismo contrato jurídico que tienen las parejas heterosexuales, ya que el matrimonio no es otra cosa que un simple contrato escrito valido solamente en el terreno jurídico. Para muchos políticos es cuestión de dinero, nada mejor que un homosexual laboralmente activo quien no puede dejar una pensión a su pareja gay y de esta manera el Estado se apropia de todos los aportes jubilatorios realizados en vida por esta persona sin que exista otra persona juridicamente reconocible para acceder a estos fondos.
La discusión social de este tema solo deja entrever como funciona el oligofrénico cerebro de los argentinos: festejan hechos históricos equivocados, discuten por la denominación legal del uso del esfinter de unos pocos mientras esperan que empiece el futbol y mientras tanto la gente es mas pobre, la gente muere por la negligencia del Estado y nadie hace nada .... dale que va !!!!
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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus