Solo quien no se ha enamorado
puede preguntar lo que se siente.
Es como chocar de frente
con la pureza de un ángel alado.
Es una necesidad existencial,
una sensación que escapa a los sentidos,
de corazones ladridos
en idioma universal.
Algunos días de pasión
inmensa, casi interminable.
El resto es la indescifrable
voluntad del corazón.
La vida nos regala la dicha del amor,
afortunado e inigualable sentimiento,
que luego filtramos con cuestionamiento
inseguridad, prejuicio o temor.
Por eso viaja escondido,
como un pobre polizonte,
o como ilegal inmigrante
en estos versos perdidos.
No busques la poesía
en este papel cuidadosamente
manchado con letras. Esta presente
dentro tuyo, vida mía.
Estos son simples reflejos
que luego despiertan en tu corazón
ese sentimiento. Provoca una inundación
de pensamientos y dulces recuerdos.
He aquí el poema, el que duerme
en tu cabeza, y despierta
cuando por esa ventana abierta
hago llegar estas manchas. Puedes verme,
oírme, imaginarme, uso tu mente
de lienzo. Comienzo pintando
caracoles. Luego a los dos caminando
por la playa de la mano, gente
mirando sin juzgarnos, el viaje,
varios adiós, varios reencuentros
y esos eternos momentos
de cuerpos desnudos, sin mas ropaje
que un tímido pudor.
Siento que puedes oírme
he aquí el poema, el que duerme
en tu cabeza. He aquí el amor,
he aquí el genuino amor,
que pasamos la vida buscando,
muchas veces ignorando
que se encuentra dormido, al calor
del corazón. He aquí hojas manchadas
con letras, hojas que no marchitan.
Son recuerdos, sentimientos que gritan
al amor estas locas coordenadas.
Kantauri…
puede preguntar lo que se siente.
Es como chocar de frente
con la pureza de un ángel alado.
Es una necesidad existencial,
una sensación que escapa a los sentidos,
de corazones ladridos
en idioma universal.
Algunos días de pasión
inmensa, casi interminable.
El resto es la indescifrable
voluntad del corazón.
La vida nos regala la dicha del amor,
afortunado e inigualable sentimiento,
que luego filtramos con cuestionamiento
inseguridad, prejuicio o temor.
Por eso viaja escondido,
como un pobre polizonte,
o como ilegal inmigrante
en estos versos perdidos.
No busques la poesía
en este papel cuidadosamente
manchado con letras. Esta presente
dentro tuyo, vida mía.
Estos son simples reflejos
que luego despiertan en tu corazón
ese sentimiento. Provoca una inundación
de pensamientos y dulces recuerdos.
He aquí el poema, el que duerme
en tu cabeza, y despierta
cuando por esa ventana abierta
hago llegar estas manchas. Puedes verme,
oírme, imaginarme, uso tu mente
de lienzo. Comienzo pintando
caracoles. Luego a los dos caminando
por la playa de la mano, gente
mirando sin juzgarnos, el viaje,
varios adiós, varios reencuentros
y esos eternos momentos
de cuerpos desnudos, sin mas ropaje
que un tímido pudor.
Siento que puedes oírme
he aquí el poema, el que duerme
en tu cabeza. He aquí el amor,
he aquí el genuino amor,
que pasamos la vida buscando,
muchas veces ignorando
que se encuentra dormido, al calor
del corazón. He aquí hojas manchadas
con letras, hojas que no marchitan.
Son recuerdos, sentimientos que gritan
al amor estas locas coordenadas.
Kantauri…
Bello este poema de Kantauri, gracias por compartirlo, hoy lo he votado en bitacoras y quise acercarme tambien a tu blog,un gran abrzo y un hermoso fin de semana te saluda Helen desde Israel.
ResponderEliminarGracias helen por llegar hasta nuestro blog! La invito a recorrerlo hay muy buen material de todos mis compañeros tambien!
ResponderEliminarKantauri.... he aquí... el sentido amor, profundo y escondindo... no dicho ni repartido... a nadie.
ResponderEliminaraqui.. guardado... viajando... como pobre polizonte... Tal cual...
Al amor... que brota, al leer, tus palabras.
Bien.... bien...
Dani.
Una maravilla este poema.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog y Saludos hasta los Versos.
Arwen
http://versoscalados.blogspot.com
Cifras, coordenadas...los vanos intentos de entender, me gusto mucho, cariños
ResponderEliminarKanta....las manchas de tus hojas son maravillas.........
ResponderEliminarUn abrazo..
Ambar...