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jueves, 15 de enero de 2009

Un poco de esperanza en este mundo tan ...

Leyendo el comentario de Aguila, en mi post anterior (Violencia Naturalizada) me acordé de una buena noticia, a lo mejor no sea una buena noticia en hechos del presente, pero es una buena noticia a futuro.
Quizás es que hoy me levanté de buen humor y tengo ganas de creer. O tal vez es mi veta romántica que me empuja a querer ver cambios en un mundo que, parece estar condenándose al desastre en este extraño presente.
Como todos o casi todos saben, soy docente. No enseño, ni ética, ni literatura, aunque practico la primera y me fascina la segunda, sino matemáticas, física y, a veces idiomas. Trabajo con adolescentes. Sí, esas chillonas criaturas a las que todos les huyen como si fueran el monstruo de la laguna negra clonado por cientos. Esos que se visten totalmente de negro y aparentan estar deprimidos, esos que se visten con todos los colores estridentes que encuentran y se sacan cuarenta mil fotos por día para su fotolog. Esos que cuando están en "manada" parecen estampida de rinocerontes, gorilas y tiranosaurios juntos.
Y si bien toda esa fachada a la moda, rebelde, depresiva, colectiva y tantas otras cosas, espanta, divierte y desorienta. Cuando nos damos la oportunidad de dejarlos actuar, nos sorprenden.
Hoy, les voy a relatar un par de cosas que me pasaron desde que comencé a trabajar con chicos.

En mi primer día como docente en una escuela, me tocó estar en varios cursos. Mientras me presentaban a los grupos, pasé de ser una simple profesora a una licenciada profesora universitaria. Y si bien, como mi carrera era un profesorado, muchas de las cosas que encontré en las aulas, las vi, en teoría,durante la cursada, nada me preparó a lo que encontré en mi primer 3ro de polimodal.
Entré al curso, acompañada por uno de los auxiliares, que me presentó. El curso tenía casi cuarenta alumnos, chicos de origen humilde, pero muy estudiosos y voluntariosos. En el grupo había un par de chicas embarazadas y algo que no me esperé: un nene de entre uno y dos años de edad. El chiquito era hijo de una de las chicas. Y a veces acompañaba a su mamá a clase. Cosa que yo ignoraba.
Si bien al principio pensé que no iba a poder dar clase en ese grupo, por el chiquitín que andaba correteando por todo el lugar, descubrí que los chicos ya estaban acostumbrados a su compañía y que mientras mamá hacía las tareas, se turnaban para ayudarla a entretener al nene, o cuidar que no corriera hacia las escaleras.

Al año siguiente, en la misma escuela, un chico de 1ro de polimodal se enfermó y estuvo muy muy grave. La escuela tenía doble turno, y el curso al que asistía este chico era usado en el otro turno, por otro grupo.
Los compañeros de "Kiki", tal es el apodo del chico que se enfermó, habían empapelado el curso con cartelitos para su amigo. Querían que supiera cuánto lo habían apoyado y extrañado durante su enfermedad. Para conservar los cartelitos, pidieron a los auxiliares que les dijeran a los chicos del otro turno que los trataran con cuidado.
Lo curioso fue, que los chiquitos de 7mo (el curso de la tarde) se solidarizaron y agregaron más cartelitos de "mejorate pronto" para Kiki. Y el grupo que egresaba ese año, que con muchísimo esfuerzo reunía fondos para una cena de egresados en el SUM -Salón de Usos Múltiples- del colegio, le donó todo el dinero recaudado a la familia de este chico, ya que debido a lo prolongado de su enfermedad, los padres dejaron de ir a trabajar para acompañarlo.

El año pasado, en noviembre, la municipalidad de la ciudad de San Luis, organizó un encuentro de jóvenes. El encuentro se llamó: "Jóvenes Protagonistas del Cambio", y en él se proponía a los estudiantes de secundaria de toda la ciudad, reflexionar y discutir diferentes temas sociales que nos afectan a todos: adicciones, medioambiente, violencia escolar, abuso infantil, etc.
Me tocó acompañar al grupo que tocó el tema de violencia escolar: cuatro chicos increíbles, tanto en capacidad como en conciencia. El grupo, conformado por tres varones y una chica, participó de una charla brindada por miembros de la comisaría del menor, que trató de violencia escolar y delincuencia juvenil. El policía la orientó más hacia pandillaje. Junto con este grupito, estuvieron grupos de las otras escuelas que participaron, y realmente fue enriquecedor estar ahí de oyente.
Las discusiones que se generaron entre los veinticinco chicos que estaban en ese grupo, las conclusiones que sacaron y las propuestas e inquietudes que planteaban eran casi las mismas que nos planteamos muchas veces nosotros.
Pedían acompañamiento de padres y de docentes. Pedían que quienes vieran que algún acto de violencia se producía frente a ellos lo denunciaran o intentaran hacer algo para detenerlo. Pedían participar y ser capacitados (chicos entre 12 y 17 años).

Tal vez por haber visto y participado de estos eventos, es que me atrevo a aferrarme a la esperanza de un mundo mejor. Porque si nos ponemos a pensar, alguien plantó la semilla de la paz en los corazones de estos chicos, y, en nuestro afán de protegerlos de la agresividad reinante, no les permitimos mostrarnos el camino que ellos saben que existe.


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6 comentarios:

  1. Lyric,¿sabés que pasa?,que los medios...solo se encargan de hablar y hablar....de los jóvenes perdidos.......pero absolutamente ningún medio se encarga.....de hablar


    de los miles y miles de chicos que egresan..se reciben....estudian trabajan........sos soportes de sus familias.....de los que se quedan estudiando y no tomando......etc.etc...etc.....,mirá decí...que no ando bien de mi columna.....y no puedo estar mucho sentada frente al monitor...también me disculpo con todos por no poder leer y comentar todo......el cuello no me lo permite!!!!!!!jajajajajaaaaaaaaa...
    Pero,me parece que seguro entendiste mi idea Lyric¿si?.
    Un abrazo...
    Ambar...

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  2. Tenés razón, Ámbar. Y como bien dice Lírica Titánica, tal vez haya un cachito de esperanza.
    Hoy creo que lo de Titánica está maravillosamente bien puesto, por lo que significa lidiar con cuarenta alumnos, una verdadera aberración pedagógica.
    Y ahora que lo pienso, lo de Lírica también se ajusta al perfil.

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  3. Coincido con Ambar: hay una costumbre de empantanar la realidad con la tendenciosa mirada de los medios que solo ven todo lo malo que pasa alrededor, pero ninguno se encarga de mostrar el otro lado de la luna.
    Gracias Lyric por mostrarnos que hay otra cara no visible a la luz.
    Bife

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  4. Te felicito por el trabajo que hacés y por las cosas que rescatás. Hace bien leerte.

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  5. Sí Ambar, entendí. Jajaja
    ¿Por qué me da la impresión que si pudieras estar más , estarías contando cosas como las tres historias que puse yo en este post?
    Abrazo enorme.
    Enrique, me hace poner colorada con tantas cosas lindas que dice!
    Bife, yo creo en las "buenas noticias" y en difundirlas, cuando las hay. Si hay alegría, o esperanza, que sea para todos.
    Alita, muchas gracias, mi trabajo es apenas una gotita en un mar. Tengo la suerte de recibir paga por hacer lo que me gusta y divertirme haciéndolo, cómo no rescatar lo bueno entonces!
    Besos.

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  6. Hola Morgana, quizas si volviesemos a leer cuentos y leyendas, que no constituyen la historia oficial, nos sorprenderiamos de la sabiduria y de la eficacia que estos portan, besos

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"Solo tengo dos certezas: la de la ansiedad de lo absoluto que hay en mi y la imposibilidad de volver el caos del mundo a un orden racional" Albert Camus

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